Casi 11 millones de electores se preparan para votar en las elecciones legislativas de este domingo en Portugal. Todas las hipótesis están en abiertas y no hay un resultado claro a la vista.

Las elecciones se realizan de manera anticipada, tras el rechazo del Presupuesto para 2022. Según las últimas encuestas y sondeos, la campaña electoral termina con un empate técnico entre Socialistas y la centroderecha. Sin embargo, las predicciones que más se repiten son las del triunfo de Antonio Costa (Partido Socialista, PS) sin mayoría absoluta y el avance de la ultraderecha.

Costa, actual primer ministro, lidera los sondeos con valores entre el 32 y el 38 porciento, frente a Rui Rio (PartidoSocialdemócrata, PSD), ex alcalde de la ciudad de Oporto, que se coloca entre el 30 y el 36 porciento

Rio cerró su campaña apelando al voto útil para la derecha mientras que Costa argumentó que éste es un momento de sacrificio y humildad, dejando el pedido de mayoría absoluta a la conciencia de los portugueses.

El tercero define

Pero las grandes atenciones están puestas sobre todo en el tercer puesto, disputado por el ultraderechista André Ventura (Chega), João Cotrim Figueiredo por la Iniciativa Liberal, el Partido Comunista Portugués (PCP) y el Bloque de Izquierda, todos rondando entre el 7 y el 4 por ciento de intención de voto. Quien ocupe el tercer lugar en la elección definirá el rumbo del próximo gobierno, si será una coalición de derecha o de izquierda. 

Costa no fue el más votado en las elecciones del 2015, pero a pesar de eso el líder socialista  consiguió gobernar durante cuatro años consiguiendo mayoría parlamentaria a través de un acuerdo escrito con las principales izquierdas portuguesas: Partido Comunista Portugués, “Bloco de Esquerda” y los Verdes.

“La Geringonça”

Fue en ese año 2015 que “La Geringonça” entró en el diccionario de la política portuguesa. Literalmente significa lo que está mal hecho, con una estructura frágil y un funcionamiento precario. Este adjetivo, en un comienzo peyorativo, fue ganando poco a poco una connotación positiva, y en algunos casos, utilizado para designar a la fuerza de un gobierno apuntado como débil en su constitución. 

La coalición liderada por Costa había sido muy criticada en su comienzo por prometer acabar con la austeridad impuesta en los años anteriores por el FMI, fue la que consiguió recuperar los valores de los sueldos y jubilaciones anteriores a la crisis, desoyendo las recomendaciones del FMI e implementando lo que después se conoció como “La salida a la Portuguesa”

La recuperación de la economía portuguesa durante “La Geringonça”, con una clara receta anti-austeridad,  dejó muy mal parado a muchos de los dogmas económicos tradicionales. El ministro de Economía, Mario Centeno, llegó a ser apodado como el Cristiano Ronaldo de la economía europea. Portugal consiguió una negociación sin las restricciones que Christine Lagarde imponía desde el FMI, y así se convirtió en un modelo a seguir.

Pero al mismo tiempo la salud de la “Geringonça” comienza a debilitarse. Cuatro años después de su elección Costa ya no consigue el mismo apoyo de sus aliados: apenas un apoyo tácito en algunas cuestiones que no le garantiza la aprobación del Presupuesto. Es el comienzo del fin de la actual “Geringonça” y el comienzo del sueño del PS con una mayoría absoluta. Sin embargo las encuestas apunta a la creación de una nueva “Geringonça”, aunque no necesariamente de izquierda.

Las necesidades de medidas para haer frente a la pandemia llevaron al PS a presentar  un Presupuesto de Estado que el partido considera "el más a la izquierda de la historia” pero ni el PCP ni el “Bloco de Esquerda” comparten esa opinión. Los aliados de izquierda del PS están en total desacuerdo sobre la distribución de los Fondos de Recuperación de la Unión Europea, también llamada la “Bazuca” europea.

Sin presupuesto

La propuesta para el Presupuesto 2022 (10/2021) fue rechazada con los votos de la derecha y también de la izquierda. Es la primera vez que algo así sucede desde la llegada de la democracia portuguesa. El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, señaló que ante ese resultado el único camino a seguir es disolver la Asamblea de la República (El Congreso) y llamar a nuevas elecciones el 30 de enero.

A pesar de lo dicho en el comienzo de la campaña hoy Costa se muestra dispuesto a negociar con todos los partidos políticos, exceptuando al “Chega” (ultraderecha, declaradamente xenófobo y racista), para viabilizar un acuerdo de gobernabilidad.

La llave de los resultados parecen tenerla los indecisos, los jóvenes y los confinados. Se calcula que del 1.100.000 de confinados más de 700.000 están en edad de votar. El gobierno abrió un horario especial de votación para estos casos entre las 18 y 19hs con las máximas medidas de seguridad, conciliando el derecho al voto con la seguridad sanitaria. Ahora hay que ver si las personas deciden romper el aislamiento para ir a votar.