Rayan, el niño de cinco de años que hace cuatro días cayó en un pozo de 32 metros en Marruecos, fue rescatado muerto por los socorristas que tuvieron que cavar un túnel paralelo para llegar a él, según confirmó Imane Dryef, vicejefa de la misión de la Embajada del Reino de Marruecos en Argentina.

El palacio real confirmó la noticia en un comunicado difundido por los medios estatales, en donde señalaba que el niño había muerto antes de que los rescatistas pudiesen salvarlo.

Marruecos estuvo en vilo por las tareas de rescate del chico de cinco años. En la noche del viernes, no paró el trajín de maquinarias para despejar el terreno junto al pozo de 32 metros de profundidad. Los rescatistas pudieron enviar agua y oxígeno hasta el fondo del pozo seco. 

Según las autoridades locales, las retroexcavadoras lograron llegar a 28 metros de profundidad y cavaron un túnel hacia el pozo donde estaba atrapado el pequeño, llamado Rayan. Esa fase de la operación resultó delicada por el riesgo de desprendimientos. Parte de la complejidad se debe al tipo de terreno, que tiene algunas capas arenosas y otras rocosas.

Al principio los equipos de rescate pensaron en bajar directamente al pozo, pero su estrecho diámetro de 45 centímetros hizo que esta estrategia fuera imposible. Después pensaron en ampliar el agujero, pero descartaron esta idea por los riesgos de un desprendimiento de terreno. Entonces comenzaron a cavar otra zanja.

El niño, cuyo destino tuvo en vilo al país y atrajo la atención mediática internacional, cayó por accidente el martes a la noche en el pozo seco de 32 metros de profundidad, estrecho y de difícil acceso. El pozo fue excavado en las inmediaciones de su casa en una aldea cercana a la localidad de Bab Berred, en el norte de Marruecos.

Con lágrimas en los ojos, la madre del menor contó a los periodistas que "Rayan estaba jugando y luego desapareció. Toda la familia se movilizó para buscarlo hasta que nos dimos cuenta de que se había caído al pozo", relató la mujer.

La tragedia del pequeño Rayan generó conmoción en el país y las transmisiones en directo del rescate de varios medios locales alimentaron la expectación en Internet sobre la suerte del niño.

La atención mediática generó un importante flujo de curiosos de localidades aledañas, lo que dificultó en ocasiones las labores de rescate.

Este accidente recordó una tragedia ocurrida en España en 2019 cuando un niño de dos años murió tras caer en un pozo abandonado de 24 centímetros de diámetro y más de 100 metros de profundidad en Andalucía. Tras una operación de gran envergadura los restos del menor fueron rescatados tras un despliegue que duró 13 días