Jair Bolsonaro aprovechó para criminalizar el comunismo al sumarse a una polémica sobre la eventual legalización de un partido nazi en Brasil. El presidente de extrema derecha se sumó a los rechazos a un programa de TV online.

Kim Kataguiri -antiguo aliado de Bolsonaro que hoy apoya a Sergio Moro de cara a las elecciones presidenciales- manifestó en un programa en la plataforma Flow que, en defensa de la libertad de expresión, sería justo que se legalizara el nazismo en el país aun cuando sea una amenaza para la colectividad judía. Sus dichos reavivaron la condena a la ideología que convirtió a Alemania en una dictadura totalitaria y derivó en la Segunda Guerra Mundial. 

Es que la declaración generó que se levantara el programa televisivo. En tanto, Kataguiri y el conductor del programa siendo investigados por apología del nazismo por la fiscalía general.

Como no podía ser de otra forma, el presidente brasileño se sumó al debate, dos días después de iniciada la polémica, para equiparar nazismo con comunismo y expresar su apoyo al proyecto de ley que pretende ilegalizar el comunismo en el país. Esa norma es impulsada por su propio hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro.  "Es nuestro deseo que otras organizaciones que promueven ideologías que defienden el antisemitismo, la división de personas en razas o clases y que también diezmaron millones de inocentes en todo el mundo, como el comunismo, sea alcanzada y combatida por nuestras leyes", aseguró el mandatario en sus redes sociales.

Bolsonaro remarcó que el nazismo "debe ser repudiado en forma irrestricta, permanentemente y sin reparos que permitan su reflorecimiento, así como cualquiera otra ideología totalitaria que ponga en riesgo derechos fundamentales como el derecho a la vida y la libertad".

Las simpatías nazis de dirigentes cercanos a Bolsonaro

Justamente, Bolsonaro tuvo en su gobierno funcionarios como Mario Alvim, secretario de Cultura, que debió renunciar luego de hacer un video inspirado en el ministro de Propaganda nazi, Joeph Goebbels. O el asesor en asuntos externos Filipe Martins, acusado de hacer un gesto en favor de supremacistas blancos estadounidenses durante una audiencia en el Senado.

Los dichos de Bolsonaro no pasaron inadvertidos. El expresidente Luiz Inácio Lula da SIlva, favorito para las elecciones del 2 de octubre, vinculó el escándalo de la reivindicación del nazismo a la negación de la política que ha sido parte del discurso bolsonarista.

"En toda la historia de la humanidad, cuando se niega la política, lo que viene después es siempre peor. Diseminaron desconfianza en todos los dirigentes y eligieron alguien que era diputado hacía 28 años y se vendió como que no era un político. El resultado lo estamos viendo", afirmó el líder del Partido de los Trabajadores. Según una encuesta divulgada este miércoles, Lula tiene 45 por ciento de intención de voto y Bolsonaro llega al 23 por ciento.