En Italia, la histórica Associazione Nazionale Amici del Fumetto e dell’Illustrazione (ANAFI) editó recientemente un lustroso tomo en homenaje a uno de los grandes héroes del comic, reconocido mundialmente por su marino solitario, el Corto Maltés. Artista de quien Juan Sasturain anotase cómo –acumulando obra y personajes– “fue construyendo su propio mito de bases sólidas: Hugo Pratt hizo de la aventura un emblema, jugó a confundir (mezclar, digo) vida y obra, dibujó con la misma soltura inteligente y despreocupada con que apenas apoyaba el talón sobre caminos y cubiertas”. La auspiciosa particularidad del caso es que el mentado libro, correspondientemente intitulado Portadas: Le copertine della riviste argentine, recopila las inconfundibles tapas que Pratt publicó durante sus 15 años de estancia en Argentina, entre 1949 y 1964, previo a retornar a la tierra natal (aunque nacido en Rimini en el’27, se decía veneciano). “Portadas reproduce 250 tapas hechas por Hugo Pratt durante su ‘período argentino’, haciendo hincapié en un patrimonio de indudable importancia, no solo para la carrera del autor sino también para la historia del cómic de América del Sur”, se entusiasma el sitio especializado Fumettologica. Por lo que se puede ver en el site de la ANAFI, el volumen permite rearmar un recorrido que incluye las portadas de los libritos de bolsillo del Sargento Kirk que fueron el puntapié inicial de la editorial Frontera, y luego las tapas de las históricas revistas Frontera y Hora Cero, protagonizadas por sus inmortales personajes con guión de Oesterheld. El libro también incluye las diseñadas por la editorial Record en los años 70 y 80 para sus revistas Skorpio y Corto Maltés, cuando Pratt ya estaba lejos de Buenos Aires. Pero la perla del lote son los deslumbrantes y poco vistos dibujos que Pratt realizó para la tapa de Misterix en su fase final, cuando en vez de la Editorial Abril era responsabilidad de Editorial Yago, con el venerable tano como director artísico. ¡A todo color!