Hoy, 22 de marzo, es el Día Mundial del Agua, resuelto en 1993 por la ONU. Esta fecha nos interpela como humanidad y como vivientes de la Tierra. Pensar que el agua es sólo un tema químico, físico, biológico, ingenieril, de salud, de derecho o de política, y podríamos seguir, sería un grosero error anticientífico. 

El ambientalismo unidimensional redujo el análisis del ambiente del agua solamente a la flora, fauna y suelo. Dicho enfoque es correcto pero insuficiente. 

El ambientalismo inclusivo con su eje en el biocentrismo y la igualdad de todas las especies vivas junto a los elementos inertes, hace un enfoque pluridimensional, complejo e intradisciplinario desmantelando y cuestionando la actividad antrópica y el antropoceno. El ambientalismo inclusivo es una totalidad que no totaliza, es abierta y de profunda interacción con todos los elementos y sujetos de la vida.

El Agua reclama por el Objetivo 6 del Desarrollo Sostenible de la ONU, que junto a los Objetivos 1 y 2, tienen su teleología en erradicar la pobreza en todas sus manifestaciones y la de la pobreza de agua en particular. Erradicar la pobreza e indigencia de agua en el 2030 aparece en realidad como distópico por la imposibilidad y la crueldad. Faltan 8 años. Y, lo que prevalece fundamentalmente es la profunda injusticia social ambiental, que las guerras como las actuales, aparte de ser grandes contaminantes, son generadoras de más desigualdad de agua.

El informe Alburquerque de la ONU de 2014 puso al descubierto la imposibilidad de llegar al objetivo en el decenio 2005 – 2015 de “asegurar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y saneamiento para todos…”. Hubo avances, pero la escasez social del agua es tan grande que los avances no parecen tener incidencia.

La pobreza de agua es aquella donde las personas no acceden a los 100 litros los 365 días del año. La indigencia de agua es aquella donde no acceden regularmente a los 50 litros. Con la característica del primer caso, las cañerías no tienen presión o están por debajo de la presión de 1 metro columna, en dichas situaciones hay una contundente raquitización del agua. En el caso de indigencia del agua, también presenta el recorrido a realizar por la distancia de toma de la sustancia fundamental Generalmente no tienen cañerías, teniendo que caminar 1 hora mínimo todos los días. Hete aquí la indigencia de agua. Estas categorías científicas que he generado nos permiten analizar y especificar las situaciones complejas de la falta de acceso al vital elemento.

Tenemos que visualizar que hay una imposibilidad establecida por la injusticia social y ambiental que termina atravesando a todas las disciplinas científicas que abordan la temática del agua. En el mundo hay 200 millones de personas que tienen escasez física y social del agua. Pero hay 2.200 millones en el mundo que padecen de la escasez social del agua, es decir no tienen un acceso seguro e integral y hay 4000 millones de personas en el planeta que al menos sufren un mes al año el no acceso al vital elemento. 

La evaluación de impacto ambiental sobre el agua todavía presenta insuficiencias, por ejemplo respecto las represas que se construyen sobre el agua. No se realizan acabadamente análisis de impactos sobre la comunidad ictícola como así tampoco el impacto ambiental sobre el ámbito vegetal y aviario.

La corporación económica en la búsqueda de plusvalización sin límites en los humedales del Paraná, han impactado sobre el agua produciendo grandes contaminaciones directas e indirectas como por ejemplo las quemas de los humedales: entre 2020 y 2021 se incendiaron más 400 mil hectáreas. O,los incendios de 1 millón de hectáreas en la provincia de Corrientes afectando a los Esteros del Iberá. La falta de una Ley de los Humedales expone una vez más la necesidad de su sanción. En tal sentido se ha presentado de nuevo el proyecto de la Ley de Humedales, en un cuarto intento.

El Agua en su día también reclama su desmercantilización y que sea liberada de la Bolsa, el 7 de diciembre de 2020 empezó a cotizar en Bolsas de Estados Unidos aproximadamente a razón de 486,53 dólares por 1.233 metros cúbicos. El proceso de mercantilización y financiarización del agua está fuertemente impulsado por el fondo de inversión BlackRock y la Chicago Mercantile Exchange Group (CME). Un derecho humano y bien común público como el agua, no debe cotizar en Bolsa porque los derechos humanos se ejercen y no deben cotizar en el mercado. El derecho humano al agua es constitutivo de la dignidad humana, no se debe mercantilizar.

En el año 2050 la escasez social del agua se incrementará por factores fundamentalmente ligados a la profundización de la injusticia social ambiental.

El Agua reclama que se erradique la desigualdad de las mujeres y niñas del agua. El agua no debe ser una carga para ellas, ni para los niños ni adultos. No debe ser una carga de discriminación de género y etaria. El 80 % de la recolección de agua en el mundo la realizan las mujeres y niñas. Las mujeres y niñas le dedican en el planeta 200 millones de horas por día para la búsqueda de agua, 18 millones de niñas en el mundo menores de 16 años no asisten a la escuela para buscar agua, yendo tres veces por día caminando 3 kilómetros. El 70% de la recolección de agua en África la realizan las mujeres. El 50% de las escuelas del mundo no cuentan con sanitarios eficientes siendo más lesionante para las niñas para las necesidades fisiológicas y 3000 millones de personas en la Tierra no acceden a sanitarios aptos para lavarse las manos con jabón situación grave ante el Covid 19, respecto a todos los casos mencionados. En los barrios populares de Argentina la participación femenina, niñez y adultez es preponderante para la obtención del agua potable.

No naturalicemos la ignominia, la desigualdad y la injusticia social ambiental. Necesitamos comprensión para más transformación.

(*) Director de la Cátedra del Agua UNR. Coordinador del Ágora de los Habitantes de la Tierra Arg, Magíster en Ambiente y Desarrollo Sustentable.