Ucrania y Rusia reanudarán este martes las conversaciones en persona para tratar de poner fin a la guerra, en medio de persistentes combates y bombardeos y luego de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se manifestara dispuesto a aceptar o evaluar algunos de los reclamos centrales de Moscú. Antes de las nuevas negociaciones que tendrán lugar en Turquía, Ucrania informó de continuos enfrentamientos en localidades de la periferia de Kiev, la capital ucraniana, y la sureña ciudad de Mariupol, una de las más afectadas por la invasión lanzada por Rusia hace más de un mes. El secretario de Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, aclaró el lunes que la ofensiva militar rusa no está dirigida a cambiar el gobierno de Ucrania.

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"Las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán el martes en Estambul para negociar un alto el fuego y la paz. Antes de que empiecen las negociaciones, nos reuniremos brevemente con las delegaciones", expresó el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante una conferencia transmitida en directo por la cadena NTV. Ankara nunca ha reconocido la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, insiste en que se debe respetar la integridad territorial de Ucrania y vende armamento a Kiev, pero al mismo tiempo Erdogan mantiene buenas relaciones con Putin y le compró un sistema antimisiles a Moscú.

Hermetismo sobre el rumbo de las negociaciones

Hasta ahora, las dos partes se reunieron de forma presencial en tres ocasiones, el 28 de febrero, el tres de marzo y el siete de marzo en territorio bielorruso, en tanto que el día diez de este mes se reunieron en Antalya los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Serguei Lavrov y Dmitro Kuleba respectivamente. Desde entonces las negociaciones se han sucedido prácticamente a diario en formato de videoconferencia a nivel de las dos delegaciones y de grupos de trabajo.

El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que considera posible un acuerdo ente Moscú y Kiev para poner fin a lo que Rusia llama "operación militar especial" en Ucrania. "Sea como sea, veo que existen oportunidades para un acuerdo ya que nuestros socios occidentales comienzan a comprender los graves errores cometidos durante muchos años, aunque quizás, por razones comprensibles, no lo digan en voz alta", afirmó.

Eso sí, Lavrov señaló que Rusia no está interesada en la participación de representantes de Occidente en las negociaciones con Ucrania, al señalar que ya tuvieron su oportunidad en 2014, cuando las masivas movilizaciones del Maidán terminaron derrocando al presidente Viktor Yanukovich, y en 2015, cuando se firmaron los Acuerdos de paz de Minsk. "Ahora nos dicen: 'Denle una oportunidad a la diplomacia'. Claro que queremos darle una oportunidad a la diplomacia, por ello estuvimos de acuerdo con reanudar las conversaciones en Estambul. Pero hay muchos ejemplos de cuando nuestros colegas occidentales destruían los logros de la diplomacia", señaló Lavrov.

El Kremlin, sin embargo, sigue guardando silencio sobre el contenido y la marcha de las negociaciones. "Consideramos que solo dañaría el proceso negociador", dijo el vocero del gobierno, Dmitri Peskov, quien consideró que el mero hecho de que las dos partes hayan decidido continuar el diálogo presencial ya "es, sin duda, importante".

Peskov, al igual que Lavrov, descartó que se hayan producidos avances para una posible reunión entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Ucrania, Volodimir Zelenski. Este último dijo el domingo en una entrevista con medios independientes rusos que está dispuesto a aceptar un estatus neutral y no nuclear para el país, tal y como exige Rusia, a cambio de garantías de seguridad de países como el Reino Unido, Polonia, Estados Unidos y Turquía, y que además estaba listo para comprometerse con la protección del idioma ruso y de otros de los países vecinos.

En cuanto a la exigencia rusa de que Ucrania reconozca a la península de Crimea como parte de Rusia y la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, Zelenski dijo que es un tema que" debe abordarse y resolverse". "Digo que es un compromiso. Volvamos a antes de que empezó todo esto (el 24 de febrero) y trataremos de resolver el complejo tema del Donbass", afirmó.

En cualquier caso, es la primera vez que el presidente ucraniano se refiere tan directamente a la disposición de aceptar la neutralidad de Ucrania en el marco de una negociación para poner fin a la guerra. Ya había dicho que Ucrania debía asumir que no ingresaría a la OTAN, pero porque países de la alianza no lo querían. El Kremlin, por su parte, quiere que Ucrania no aspire a desarrollar armas atómicas, e incluso que se desmilitarice.

Rusia no pretende un cambio de gobierno en Ucrania

En paralelo a las negociaciones el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, aseguró que Rusia no se plantea como objetivo el derrocamiento de las autoridades ucranianas, sino "proteger a la población del genocidio, desmilitarizar y desnazificar Ucrania". "La operación militar especial en curso fue solo una respuesta a los pasos criminales de Kiev hacia estas repúblicas (por Donetsk y Lugansk), una medida oportuna y preventiva", señaló en una reunión con su par argelino, Nureddin Makri.

"Se encontraron documentos con evidencia de que Kiev estaba preparando un ataque a gran escala y tenía la intención de destruirlas", señaló Patrushev, algo que el propio presidente Zelenski rechazó el domingo. "En las condiciones actuales, Rusia no podía quedarse al margen y, según su Constitución, estaba obligada a proteger a sus compatriotas" prorrusos en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, a los que repartió más de 700 mil pasaportes en los últimos años, planteó el funcionario ruso, quien agregó: "En nuestro lugar, cualquier Estado lo haría". 

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