El tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel de Pilar, comenzará el próximo 1º de junio. En el banquillo de los acusados estará Nicolás Pachelo, exvecino de la víctima, al que se acusa de homicidio.

Además, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro,  juzgará a Pachelo por ocho robos cometidos en barrios privados ubicados en las localidades bonaerenses de Pilar, Tigre y Berazategui. 

Está previsto que el juicio por el crimen de María Marta se realice en 31 jornadas, fijadas entre el 1º de junio y el 19 de agosto.

Pachelo está acusado como coautor del delito de homicidio agravado junto con dos antiguos vigiladores del country: Norberto Glennon, de 56 años, y José Ramón Alejandro Ortiz, de 44. 

El exvecino de la víctima está preso desde abril de 2018 por la causa de los robos en diferentes barrios privados.

El fiscal Andrés Quintana, quien investigó el crimen junto con la fallecida fiscal María Inés Domínguez, había solicitado que a Pachelo se lo juzgara también por los robos en un mismo juicio ya que consideraban que el crimen de María Marta se produjo en medio de un robo.

Sin embargo, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro se opusieron, y es por eso que habrá dos juicios contra Pachelo.

La familia de la víctima siempre acusó a Pachelo como el autor del crimen. El caso, que sacudió al país, se debatió en un primer juicio en 2007, durante el cual se acusó a Carlos Carrascosa, el viudo, quien terminó condenado por encubrimiento pero absuelto del homicidio. Cuatro años después, otros familiares también fueron condenados por encubrimiento

En 2012, la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires ratificó la condena, pero cuatro más tarde absolvió al viudo. 

Así, tomó fuerza la hipótesis de Pachelo, señalado por los familiares de la socióloga asesinada desde un primer momento. 

El vecino del country siempre sostuvo su inocencia y que no estaba en el country al momento del crimen, mientras se jugaba un River-Boca, pero las sospechas se sostuvieron por su historial de robos.