El 3 de junio con su consigna Ni Una Menos ha generado un acontecimiento político que trasciende ampliamente las fronteras de Argentina. Se ha instituido una nueva jornada en el calendario de los derechos humanos de las mujeres. Esto es posible gracias a la magnitud de estas convocatorias, que han  contribuido a su vez a dar gran visibilidad al movimiento feminista y de Mujeres. Con impacto favorable en las diversas organizaciones sindicales, políticas y sociales. También ha puesto nuevamente en valor el carácter regional y global de las luchas de las mujeres, como sujeto político –plural y heterogéneo– de cuestionamiento  del poder dominante, tanto en su carácter patriarcal como socioeconómico de exclusión.

Los contenidos de las convocatorias han pasado de una agenda original sólo centrada en el tema de la violencia de género, para abordar hoy todas las problemáticas, y en especial, al neoliberalismo como un modelo favorecedor de la profundización de las desigualdades y por lo tanto también de las violencias. El crecimiento de la cantidad de femicidios durante el último año y medio es por demás y tristemente elocuente de lo que sucede.

* Secretaria de Género de la CTA de los Trabajadores.