Después de seis meses, ayer hubo una nueva reunión de gabinete encabezada por el jefe de los ministros, Juan Manzur, en Casa Rosada. Allí, los titulares de todas las carteras hablaron de economía e inflación; de los salarios; de la salud y también, por supuesto, del momento de tensión interna que vive el Frente de Todos. Luego de que cada ministro hable de la situación de su área en particular, Manzur cerró el encuentro diciendo que "este es un gran gobierno, hay que defenderlo y al que no le gusta que se vaya". Ante la prensa, el tucumano había minimizado la situación y sobre la interna había dicho que "tenemos diferencias y a veces las expresamos de una manera y a veces de otra, pero no hay que darle mucha trascendencia". Además, había resaltado que "la reunión fue muy amena. No odiamos a nadie, respetamos las diferentes posturas, pero los funcionarios los define el Presidente".

El ministro de Economía, Martín Guzmán, en tanto, aseguró que "ya pasamos lo peor" con respecto a la inflación y desde Casa Rosada, no solo aseguraron que "no va a haber cambios de gabinete", sino que puntualizaron que Guzmán, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el de Trabajo, Claudio Moroni --los tres funcionarios que están en el centro de las críticas del kirchnerismo-- "son los mejores ministros que tenemos". "El Presidente cree que hay que aguantar porque esto es una maratón. El gobierno está funcionando bien y lo que hay que hacer ahora es que el crecimiento llegue a todos", comentaron desde Balcarce 50. Los ministros también acordaron que las reuniones de gabinete serán cada 15 días y que "habrá reuniones de gabinete ampliadas" en los próximos días.

El encuentro en el salón Eva Perón comenzó quince minutos antes de las ocho y se extendió por más de tres horas. Los primeros en tomar la palabra, luego de la bienvenida que hizo Manzur, fueron el secretario de Medios, Juan Ross y la portavoz Gabriela Cerruti para explicar los cambios que hubo en los cargos vinculados a la comunicación. La semana pasada Ross reemplazó a la anterior secretaria de medios de la Jefatura de Gabinete, Valeria Zapesochny, y Cerruti, además de su cargo de vocera, ahora también ocupa el puesto que ocupaba Ross como secretario de Comunicación de Presidencia. Desde esas áreas destacaron los problemas que generan las discusiones internas ya que, según explicaron, a la hora de comunicar esos temas marcan la agenda y no otras cuestiones vinculadas a la gestión. "Este es un muy buen gobierno, pero la percepción, no solo de afuera sino a veces también de adentro del gobierno, es otra. Eso tiene que ver con el problema que generan los ruidos internos. Una cosa es que te puteen de la oposición y otra que te puteen de tu mismo partido", aseguran desde Casa Rosada.

Luego de eso, Manzur le dio la palabra a Guzmán. Más allá de aceptar que "hay un problema con la inflación", el ministro le dijo a sus pares que "no se repetirá el número de marzo" y que la inflación comenzará a bajar. Guzmán hizo hincapié en los números locales e internacionales y habló de cómo está la macro y la microeconomía en el país. "Él cree que los números y que la situación económica y productiva de la Argentina puede cambiar 100 por ciento el año que viene si logramos convertirnos en exportadores de gas y litio", comentó a este diario un ministro que estuvo presente en el encuentro. Desde el oficialismo consideran que para eso será fundamental terminar de construir el gasoducto Néstor Kirchner. "El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, contó que en el viaje a Israel le decían: ganen el año que viene porque el que gane va a gobernar diez años porque Argentina va a estar a la cabeza de las exportaciones y producción al convertirse en proveedor mundial".

Si bien al finalizar el encuentro ningún ministro del equipo económico conversó con la prensa, uno de los que sí lo hizo fue el ministro de Defensa, Jorge Taiana. "Es obvio que tenemos inflación alta y también es obvio que eso no se soluciona de un día para otro porque el riesgo es bajar la inflación y desacelerar el crecimiento. El equilibrio entre esas dos cosas es complejo. La inflación alta come el salario rápido, pero hay que trabajar para bajarla sin detener el proceso productivo", resaltó. Varios ministros también plantearon el tema del presupuesto y el conflicto que genera gobernar sin el mismo. "Martín está terminando de trabajar en eso, en readecuar todas las partidas para poder tener un presupuesto virtual, readecuado", dijeron.

Guzmán, según comentaron algunos de los presentes, también dijo que "las internas no ayudan a bajar la inflación". La explicación que él dio es que "hay una cantidad de cosas que hay que hacer a largo plazo que al haber tanto ruido político se genera incertidumbre y no se pueden hacer". Ante la pregunta de este diario si desde el gobierno consideran que las mejoras económicas llegarán a los sectores más postergados por "derrame", respondieron que "no es un gobierno que crea en el derrame. Se necesita generar más riqueza, como hicimos en el primer trimestre que terminamos con un crecimiento del PBI y con un déficit que permitió poner 200 mil millones en el bono para jubilados, informales y monotributistas. Es un gobierno que cree en el crecimiento, en el orden de las cuentas fiscales y en la redistribución. La redistribución se hace de dos maneras: con políticas sociales y generando cada vez más trabajo".

Otro de los que tomó la palabra fue el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, que llegó tarde al encuentro porque había tenido un percance con uno de sus hijos. Varios medios habían titulado que, en medio de las discusiones internas, el ministro cercano a la vicepresidenta se había ausentado en la reunión de gabinete. Al tomar la palabra "Wado" se rió de esa situación: "les arruiné la tapa", bromeó. De Pedro contó su viaje a Israel con ocho gobernadores y habló de los problemas de las sequías para las provincias del norte, tema en el que se sumó el ministro de Ambiente, Juan Cabandié.

A su turno, el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, pidió por los salarios de los investigadores. "Estamos haciendo un montón, pero si no le subimos el salario a los científicos se van a terminar yendo", resaltó. La ministra de Salud, Carla Vizzotti, habló del programa que lanzaron de salud mental y la de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, del proyecto de Ley de cuidados que presentaron esta semana. Los discursos del ministro de Agricultura y de la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, comentaron que fueron los "más fuertes" y "políticos". Domínguez contó que "la Argentina nunca en su historia exportó tanta carne como el año pasado", e Ibarra manifestó su preocupación porque "la sensación es que la realidad está bien pero la percepción está mal. El frente está lleno de nubarrones y te enojás. El problema es que salís a responder lo que dicen ellos y no contás las cosas buenas que están ocurriendo".

Los únicos ausentes fueron el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, que está con un tratamiento de salud; el de Deportes, Matías Lammens y el de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi --ambos están de viaje en el exterior-- y el de Cultura, Tristán Bauer, que tiene covid.