Como todo evento masivo luego de dos años de pausa por la pandemia, la 46° Feria del Libro tuvo desde el primer día algo distinto, emocionante. En este contexto, el ex vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia Álvaro García Linera, participó de la presentación del libro que lleva su nombre pero cuyo título se completa con “Para lxs que vendrán: crítica y revolución en el siglo XXI”. Frente a un salón repleto, estuvo acompañado por Juan Carlos Junio, director del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) Floreal Gorini, y Gabriela Diker, rectora de la Universidad Nacional General Sarmiento --ambas instituciones coeditoras del libro--; y por los investigadores Andrés Tzeiman, Ramiro Parodi Natalia Romé. Junto a ellos, García Linera ensayó un análisis sobre el escenario político actual de América Latina: “Hay que recuperar el monopolio de la esperanza, si no lo hacemos, lo va a hacer la derecha”, sostuvo.

La sala Carlos Gorostiza, ubicada al final del pabellón amarillo en el predio de La Rural, tiene espacio para alrededor de 270 personas. El martes por la tarde faltaron lugares para que todas las personas deseosas de escuchar a uno de los pensadores políticos latinoamericanos contemporáneos más relevantes pudieran entrar. En el panel, García Linera tuvo a sus lados a Tzeiman y Parodi, quienes iniciaron la “locura” de recopilar y seleccionar 33 conferencias, artículos y entrevistas del ex vicepresidente boliviano realizadas entre 2010 y 2021, así como de realizar la entrevista con el militante y pensador radicado en Argentina. En la mesa también participaron Diker, Junio y Romé, doctora en Ciencias Sociales.

Todas y todos coincidieron, más o menos con las mismas palabras, en que el libro que se mostraba sobre el pequeño atril en la mesa es “una herramienta fundamental para comprender los tiempos que corren, no sólo para nuestra coyuntura, sino para nuestra época”. Un “ladrillo” para la construcción colectiva de América Latina. En palabras del mismo García Linera, “un resumen de las cosas que reflexionamos para que los que vienen lo hagan mucho mejor”.

“El libro es la reflexión de un militante de la lucha de la revolución que se siente exigido a apoderarse de lo que otros han pensado para descuartizarlo luego en función de lo que necesito hoy”, explicó el ex vicepresidente de Bolivia respecto de su carácter de militante, intelectual y político. “La teoría es una guía para la acción”, añadió, y aclaró: “No es un libro sobre Bolivia sino uno hecho desde Bolivia, que desde la experiencia particular debate y reflexiona sobre el cambio en el mundo y en el continente en clave general”. Todo, desde lo que confiesa como una obsesión: el cómo transformar el mundo.

Para todas y todos los presentes, la charla de pronto se convirtió en más que una presentación, para pasar a ser un adelanto: de eso que no llegó a ser incluido en la edición --porque llega hasta el 2021--; y de eso que viene, para las y los que vendrán. Así, en forma de nueve hipótesis hiladas finamente, García Linera explicó sus pensamientos sobre lo que sucede hoy a nivel político en el mundo y en América Latina. Y qué entiende él como las soluciones o caminos a seguir para evitar aquello que se asoma indefectiblemente por un horizonte cercano: una derecha extremista.

“El mundo ha extraviado el horizonte predictivo”, comezó, dando la razón principal que sostiene el escenario actual: en el que las grandes ideas de globalización y libre mercado parecen resquebrajarse; en el que la unipolaridad de Estados Unidos se debilita y da lugar a lo que entiende como tiempos de "reconfiguración de territorios de influencia". Y en el lugar de estas certidumbres que dejan de ser tales queda un “tiempo suspendido”.

El problema más grande es que, en busca de un horizonte de previsibilidad, las sociedades se aferran a aquello que les dé certidumbre. “Y no van a preguntar si es de izquierda o de derecha”, señaló García Linera, y añadió que la centroderecha ya no es tal, sino “una extrema derecha que emerge como reacción a la igualdad, peligrosa y transversal a todas las clases sociales”. En definitiva, una derecha que ha tenido un  retorno luego de la primera oleada progresista en América Latina, pero que también ha experimentado el “error de un gobierno moderado”: “Si regresan, será para pisar nuestras cabezas al día siguiente”

América Latina está viviendo una segunda oleada progresista, pero no es una repetición de la primera porque está caracterizada por liderazgos moderados, administrativos de las grandes reformas de la primera oleada que han comenzado a entrar en un proceso de agotamiento por cumplimiento de lo que se propusieron o por efecto de un mundo que ha cambiado”, desarrolló García Linera como el diagnóstico del presente del continente, tiempos de “victorias cortas y derrotas cortas”. 

El desafío: “recuperar el monopolio de la esperanza, el horizonte y las fuerzas del cambio de una nueva generación que nació y creció con nosotros”. Según él, las grandes reformas de esta segunda oleada están para darse: reforma tributaria, reconversión energética, redistribución, ampliación de derechos de la mano de las conquistas del colectivo de mujeres, reconstrucción de la unidad continental. “Esta década es cuando se habrá de elegir”, señaló, casi a modo de ultimátum. Y concluyó: “Esperemos estar a la altura de la historia para hacer que los que vienen sean los sujetos de transformación del mundo”.

Informe: Sofía Moure.