Una misión de observadores de la ONU sospecha que "miles de civiles" murieron en Mariupol como consecuencia de la invasión rusa, una cifra que podrán verificar cuando consigan tener acceso a esta ciudad que ha quedado ampliamente destruida. La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas corroboró la muerte de cerca de 3.400 civiles desde que empezó la guerra, "pero las cifras reales son mucho más altas y el gran agujero negro es Mariupol, donde es difícil acceder a la información", dijo la jefa de los observadores, Matilda Bogner, en una rueda de prensa en Ginebra. En paralelo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reveló que más de ocho millones de personas han tenido que dejar sus casas y encontrar refugio en otro lugar de Ucrania debido al ataque ruso.

Miles de muertos que no fueron verificados

"En términos del país, todo lo que puedo decir es que hay miles de muertos civiles más de los que hemos podido verificar hasta ahora", declaró Bogner. La jefa de los observadores de Naciones Unidas señaló que en visitas y recorridos por 14 localidades en las regiones de Kiev y Chernigov, su equipo recolectó informaciones sobre la muerte de más de 300 hombres, mujeres y niños, en particular en zonas al norte de la capital ocupadas por tropas rusas hasta fines de marzo.

En estos lugares la misión de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, dirigida por la Alta Comisionada Michelle Bachelet, ha recopilado pruebas de asesinatos, ejecuciones sumarias, torturas y violencia sexual. "Cada muerte es una tragedia. Dependiendo de las circunstancias, la muerte de un solo civil o de alguien que no participa en los combates puede ser un crimen de guerra porque son personas protegidas por el derecho internacional", explicó Bogner.

El conflicto Rusia - Ucrania, minuto a minuto

Algunos crímenes eran selectivos, pero otros eran totalmente al azar, contra gente que transitaba en sus vehículos o intentaba cruzar una calle. También se sabe de francotiradores que disparaban contra civiles con el motivo aparente de disuadir a la gente de salir de sus casas. Sin embargo, Bogner destacó que "tomará tiempo entender toda la magnitud de lo que ha ocurrido, aunque lo que hemos visto hasta ahora ofrece una idea clara de cuáles son las preocupaciones".

"Una vez que sea lo suficientemente seguro y los investigadores puedan visitar el terreno, se espera que el número real de víctimas se ubique muy por encima del actual, incluyendo a los de la devastada ciudad portuaria de Mariupol", reiteró la observadora de Naciones Unidas. Bogner se mostró preocupada por la información recibida acerca de que las fuerzas armadas, del bando ruso y ucraniano, instalaron equipos militares cerca de escuelas en varias zonas del país.

La misión de la ONU trabaja en Ucrania desde 2014, luego del estallido del conflicto en la región oriental del Donbass, fronteriza con Rusia y alentada por este país a través de grupos separatistas a los que suministró armamento. Actualmente, la misión tiene varias oficinas en distintas localidades y 55 observadores en Ucrania, que se han desplazado para verificar y documentar la destrucción y los crímenes cometidos desde el pasado 24 de febrero, cuando se inició la guerra.

Bogner dijo que desde entonces la forma en que Rusia ha conducido las hostilidades cambió, ya que pasó de atacar inicialmente objetivos militares a bombardear áreas pobladas con el consiguiente impacto en la población. Los observadores de la ONU aseguran que no pudieron recoger directamente información en las zonas bajo control de Rusia o donde el conflicto está activo.

Ocho millones de desplazados internos

Ocho millones de personas en Ucrania se han visto forzadas a desplazarse en el interior del país, dijo este martes la OIM en la presentación de los datos actualizados del impacto de la guerra en la población. Esa cifra representa "un 24 por ciento más en comparación con las primeras cifras de desplazamiento interno publicadas el 16 de marzo", indicó el organismo, que realizó una nueva evaluación sobre el terreno entre el 17 de abril y el pasado tres de mayo.

"Las necesidades de aquellos desplazados internamente y de todos los afectados por la guerra en Ucrania crece a cada hora que pasa", afirmó el director general de la OIM, Antonio Vitorino. De los desplazados internos, un 63 por cien son mujeres y casi la mitad han dejado sus hogares en el este del país, donde está concentrada la ofensiva rusa. 

La OIM también comprobó en una serie de encuestas que dos terceras partes de los desplazados consideran que la mejor manera de ayudarlos es a través de asistencia con dinero en efectivo para comprar comida y medicamentos, frente a un 49 por ciento que prefería este tipo de ayuda al inicio de la guerra. En tanto, el hospedaje es la segunda necesidad más importante, con el 27 por ciento de los desplazados entrevistados que dijeron que sus viviendas habían sido destruidas o dañadas, mientras una de cada diez personas pidió materiales y herramientas para reparar sus hogares.

Los datos de la OIM también indican que 2,7 millones de personas han retornado a sus casas en Ucrania, de los cuales casi todos volvieron de otras áreas dentro de su misma región o de otras regiones de Ucrania, lo que indica que el número de refugiados en otros países que regresan es escaso. Desde el inicio de la guerra, este organismo de Naciones Unidas aporta ayuda directa en alimentos, artículos de higiene y atención psicológica a 320 mil personas.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados ucranianos registrados desde que empezó la guerra, el pasado 24 de febrero, es de 5,92 millones, la gran mayoría en países vecinos. 

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