Pequeña sorpresa del streaming (en otras épocas hubiera recibido un estreno en salas de cine), Chip y Dale al rescate recupera a los personajes de la serie de dibujos animados homónima de finales de los años '80, con las ocho patas de las ardillas apoyadas en el terreno de la autoconsciencia más extrema. Filmada con una cruza de animación con registro en vivo -a la manera de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y Space Jam, títulos que son referenciados de manera literal e indirecta-, la historia transcurre en un universo en el cual los personajes de los cartoons y los seres humanos parecen convivir en armonía. Hace décadas que la serie de Disney Chip y Dale dejó de emitirse y los actores que solían interpretar a los héroes detectivescos –las ardillas Chip y Dale, desde luego– siguieron caminos separados, distanciados por rencillas y el cultivo excesivo del ego. Lo metaficcional es amo y señor en la película dirigida por Akiva Schaffer, experimentado guionista de Saturday Night Live, y mientras que Chip ha permanecido fiel a su tradicional aspecto animado en dos dimensiones, Dale pasó por una “cirugía CGI”, suerte de lifting digital que lo hace ver como cualquier hijo de vecino en la era post Pixar.

Si algo no le falta a Chip y Dale al rescate son gags autorreferenciales y cameos de personajes variopintos, desde clásicos de la animación de los años '30 a He-Man, la vela Lumiere de La bella y la bestia, y Randy Marsh, el padre de Stan en South Park, convenientemente sumergido en un baño turco. La trama reúne a los exsocios y amigos en momentos en los cuales un súper villano (un personaje clave de la compañía Disney en los años '50, ahora viejo, barbudo y amargado) se dedica a secuestrar a estrellas animadas del cine y la tevé en su ocaso artístico. La intención del malvado mafioso es hacerlos actuar en versiones paralelas de bajísimo presupuesto de títulos exitosos, como si se tratara de esclavos de la industria del entretenimiento. De esa manera, con la ayuda de una agente de la policía humana, fanática de la obra de las ardillitas, el dúo terminará amoldándose, un poco a la fuerza, al papel de detectives y justicieros que solían interpretar en la serie original, aunque con un millón de vueltas de tuerca de por medio.

En una era de remakes, autoproclamados “multiversos” y reboots que muchas veces parecen ignorar la existencia del objeto original (por allí se ve un afiche de un ¿imposible? cruce cinematográfico entre Batman y E.T.), Chip y Dale al rescate es un ligero soplo de originalidad, con un ritmo siempre al palo que, por esta vez, no se antoja desaforado sino inherente a las reglas del universo del film. Y si bien la historia parece dirigida a los más pequeños en la platea, lo cierto es que hay aquí cierta oscuridad y referencias culturales para entretener al más adulto de los espectadores. Entre los personajes secundarios más estrafalarios deben destacarse al vikingo enano con rostro de Seth Rogen (su voz también es la del comediante), cuyo estilo de animación digital circa año 2000 hace que sus ojos nunca observen al interlocutor (“esos ojos a la El expreso polar”, según la descripción de Chip), y también al detective de plastilina que no puede evitar que los mil y un objetos se peguen a su cuerpo en las escenas del crimen. Y sí, además hay chistes sobre el rap como el último recurso para rejuvenecer una carrera actoral y un cameo de segundos de los enemigos número uno de Chip y Dale: Alvin y las ardillas.

CHIP Y DALE AL RESCATE 7 puntos

Chip 'n' Dale: Rescue Rangers; Estados Unidos, 2022

Dirección: Akiva Schaffer.

Guion: Dan Gregor y Doug Mand.

Duración: 97 minutos.

Voces de (version original): John Mulaney, Andy Samberg, KiKi Layne, Eric Bana, J. K. Simmons, Seth Rogen.

Estreno en Disney+.