Hace una semana, La Rioja fue sede del Primer Encuentro de empresas estatales Mejor Riojanas, del que participó su gobernador, Ricardo Quintela. Es que en esa provincia conviven 36 de las 100 empresas con intervención del Estado en la Argentina que desde la Corriente Nacional por la Producción y el Trabajo (CNPT) intentan visibilizar como un nuevo modelo para la soberanía alimentaria a copiar sobre todo en el noroeste del país.

La CNPT, está integrada por organizaciones como el Grupo de Empresas Sociales y Trabajadores Autogestionados de la República Argentina (GESTARA), la Federación Argentina de Cooperativas Apícolas y Agropecuarias Limitada (FACAAL), la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNTC), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (FONAF), el Instituto para el Desarrollo Económico y Social Stella Maldonado (IDESBA), la Asociación Trabajadores del Estado de Agricultura (ATE) y la Fundación German Abdala (GA). Y apoyada por instituciones universitarias y la Subsecretaría de Agricultura Familiar.

En diálogo con Salta/12, su referente en el NOA, Esteban Coronel, contó que la Corriente ya tiene unos dos años de vida “planteando una mirada de desarrollo sobre la ruralidad y la producción agroindustrial a nivel Nacional”. Su primer encuentro fue en la localidad bonaerense de Morón, y en esta ocasión organizaron junto al gobierno de La Rioja el evento Mejor Riojanas.

Coronel relató que buscan que el Estado tome una firme decisión sobre el tema alimentario para los argentinos, “la gestión Nacional no le está encontrando un rumbo efectivo y nuestro planteo es crear una Compañía Federal de Alimentos con estructura Estatal para que intervenga en la comercialización”.

Esteban Coronel es jujeño y trabaja para la Subsecretaria de Fortalecimiento Productivo y Sustentable para Pequeños y Medianos Productores Agroalimentarios dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Como conocedor del tema, sostuvo que la Argentina tiene una producción excelente y con una gran diversidad de productos, y que ante la creciente demanda de alimentos, debe intervenir “porque en la intermediación es donde está el factor más complejo”.

Para el especialista, ese sector está “muy cartelizado”, en manos de un pequeño grupo de empresas intermediarias que “generan un desequilibrio enrome en el intercambio entre productor y consumidor”. Por lo que ese rol lo debería también ejercer el Estado, “no a nivel monopólico, sino como una intervención testigo para regular precios, como sucede con YPF en los combustibles o Aerolíneas Argentinas en la aeronáutica”, aclaró.

Explicó que esas experiencias de intervención estatal ya se están dando en otros países como España o Bolivia “con un alto nivel de eficacia en el equilibrio de precios, generando precios justos para el consumidor y el productor”.

Coronel añadió que otro de los debates que se deberían dar, y que hoy atraviesa al sector de la producción agroalimentaria desde el fallido intento de intervenir Vicentín, es el de la comercialización de granos, “en ese terreno también planteamos la necesidad de crear una empresa que tenga intervención en el mercado de granos para generar un valor testigo y de esa manera controlar los precios en momentos como el presente en el que vivimos la suba del precio del trigo y la harina”. Aunque nuevamente volvió a aclarar que no se busca volver a una Junta Nacional de granos “que ya era una intervención de otra intensidad”.

“Hay muy fuertes jugadores privados que generan distorsión en los precios de elementos vitales para el consumo nacional como la harina y los granos para otro tipo de producciones, y si no hay una herramienta estatal para intervenir se hace difícil llegar a un punto de equilibrio”, expresó.

Un modelo para el NOA

El técnico de la Subsecretaria de Fortalecimiento Productivo y Sustentable para Pequeños y Medianos Productores Agroalimentarios, contó que ya hay varias experiencias con municipios de Santa Fe, La Pampa y Chaco. Pero que la experiencia de La Rioja es un modelo a seguir para toda la región del Noroeste Argentino.

Con unos 15 años de trabajo con altibajos, “han logrado plasmar empresas estatales interviniendo con eficacia, tecnología, capacidad y hasta con rentabilidad empresarial” en una economía a la que las decisiones centralistas históricas no le permitieron desarrollarse y por lo tanto depende de otras regiones como las del centro del país.

La Rioja tiene hoy 36 empresas estatales “interviniendo en los más diversos rubros”, como el alimenticio, en donde Los Llanos, con 120 empleados, se ubica en el puesto 13 en la producción porcina a nivel nacional, y con un plan de desarrollo para escalar hasta el décimo lugar en los próximos dos años.

“En un lugar como La Rioja, aislado de los principales centros de desarrollo, con distancia a los puntos de compra de insumos, y que no ha sido de interés para el capital y las inversiones privadas, pero con una intervención eficaz, con alta tecnología y en donde se pensó también en solucionar problemas puntuales como el del agua, lograron generar empleo, crecer y sobre todo imponer precios testigos de la carne en la provincia”, detalló.

Destacó también otras experiencias, como la de una firma que produce botellas de vidrio para los vinos locales, o la de producción de tecnología “a nivel de genética vegetal de punta”, paneles solares, “y toda una serie de elementos que hace al desarrollo local”.

El gobierno de La Rioja participa de dos maneras, a través de sociedades anónimas de participación estatal, que en su mayoría derivaron en sociedades anónimas pero con mayor capital y control de la provincia, “los dos modelos están en curso y en ambos el Estado tiene más del 52% de sus acciones”.

Por último, Coronel indicó que los núcleos más fuertes en cuanto a representatividad de la CNPT son Buenos aires y el NOA, y que si bien sus ejes y pedidos trascienden las regiones a través de la creación de la Compañía Federal de Alimentos y una Agencia de comercialización de granos, el ejemplo de La Rioja debería servir para las demás provincias de la región en cuanto al fomento del desarrollo productivo y generación de empleo locales. Y que a través de la articulación del Parlamento del NOA tienen muchas expectativas que se difunda.

Nuestro enfoque está puesto en el desarrollo nacional y las necesidades de la población antes que la pelea entre mesa de enlace y la agricultura familiar, queremos garantizar comida a buen precio en todo el país, y para eso, se necesita la presencia y la intervención del Estado, y hay mucha banca de muchos sectores productores y diversos para eso”. “Esto es capitalismo puro, no queremos otra cosa que poder integrar la oferta y competirle a los grandes pulpos que manejan los precios, pero un capitalismo que intervenga verdaderamente entre la oferta y la demanda para que sea más justo para el productor y el consumidor, que eso en la realidad no existe, porque hay sectores concentrados que juegan monopólicamente e imponen los precios”, concluyó.

Las jornadas que se vivieron en La Rioja incluyeron la recorrida de algunas de las empresas estatales como AgroGenética (empresa de biotecnología y laboratorios de agua, suelos, vivero de plantines y de micropropagación, que lleva adelante el Plan Provincial de Cannabis para uso medicinal e industrial); AgroAndina (elaboración de alimentos en conserva con tecnologías IQF), ValleSol (pasas de uva secadas con sistema DOV), Cerdos de los Llanos (producción primaria, alimentos balanceados, frigorífico y unidades de comercialización minorista y mayorista), Ledlar (de energía solar, luminotecnia led, y motocicletas Cerro a combustión y eléctricas) y el Mercado Popular de Alimentos.

Pero también se puso en relevancia la existencia de otras vinculadas a la producción de alimentos e insumos directos que van desde producción de alfalfa, vinos, carnes, alimentos elaborados, y hasta plantines y paquetes tecnológicos emplazadas en todo el territorio provincial (18 departamentos).