Ser un buen jugador en la cancha, no faltar a los entrenamientos y que el pase del futbolista rinda para que el club siga facturando millones es lo único que importa. Más aún si se está a punto de ganar un campeonato. Parece ser que los jugadores tienen más o menos impunidad según cuánto le estén sirviendo al club. Si en uno de los equipos de fútbol más importantes del país hay un violador, al que incluso le antecede una denuncia por violencia de género, muy probablemente la dirigencia del club y la Asociación de Fútbol Argentino miren para otro lado, celebren sus goles y siga jugando aún cuando hay pruebas contundentes que lo incriminan.

Sebastián Villa es un futbolista colombiano de 26 años que juega en el equipo Boca Juniors de la Liga Profesional Argentina. El 13 de mayo su novia contó ante la Justicia que el 26 de junio del año pasado el futbolista intentó ahorcarla y luego abusó sexualmente de ella. En la denuncia consta que cuando lxs médicxs la recibieron, se encontraba en estado de shock, tenía “miedo” y estaba “paralizaba”. Hoy la causa a cargo de la UFI N°3 de Esteban Echeverría investiga al futbolista por el delito de abuso sexual con acceso carnal pero no incluye la "tentativa de homicidio".

Apelar al punitivismo liso y llano, lo expresó muchas veces el movimiento feminista, no es la solución porque seguimos contando violaciones, femicidios y travesticidios aún cuando las penas cada vez son más altas. Tampoco se pide venganza. Mientras la Justicia actúa, lo que exigimos desde los feminismos es respeto hacia la denunciante que se está exponiendo frente a una Justicia (históricamente patriarcal) con todo lo que implica acusar a un varón que se encuentra en una situación de poder. Se exige un claro posicionamiento, que sirva de ejemplo para la sociedad. Que las denuncias no se tomen con liviandad y que se cumplan los protocolos de actuación en casos de violencia.

“Creo que la dirigencia de Boca tomó la actitud que toman la mayoría de los clubes o todos los clubes, en estos casos, que es que prevalezca la cuestión deportiva sobre la cuestión particular. En este caso Villa imputado, pero haciendo uso de la presunción de inocencia como trabajador, puede jugar al fútbol, entonces se le da una trascendencia a todo ese aspecto por todo lo que genera, por los intereses, por las instancias en que está jugando Boca. Lo peligroso es la caja de resonancia que es el fútbol y una institución con esa llegada tan masiva. Que el responsable salga a decir no nos importa lo que pasa fuera de la cancha, es peligroso porque se minimiza un problema que es muy grave, que atraviesa todos los ámbitos de la vida, que es la violencia de género y que es un problema social, no es un problema de mujeres”, reflexiona Mónica Santino, referente del fútbol femenino y directora técnica del Club La Nuestra.

Que los dirigentes de los clubes digan que un jugador es un buen profesional y si fuera de la cancha mata o viola es otra cosa, hace retroceder mil casilleros la pelea que los feminismos vienen dando para erradicar la violencia machista.

¿Por qué cuando un jugador de fútbol ejerce violencia machista hay que separar su vida personal de su actividad profesional y cuando se trata de otras personas no? Boca decidió que continúe todo con total normalidad, pero otros clubes dieron el ejemplo. El Manchester City de Inglaterra expulsó a Benjamin Mendy en diciembre de 2021 quien acumuló siete denuncias por violación. En enero de este año el jugador del Manchester United, Mason Greenwood, fue detenido acusado por su ex pareja de violación y agresión sexual. Está en libertad condicional y el club decidió suspenderlo hasta el juicio que será en junio.

Hace una semana la justicia notificó a Boca Juniors sobre la denuncia que pesa sobre Villa para que se active un protocolo sobre violencia de género en el club, recién luego de ese aviso, Boca emitió un comunicado donde explican que el Departamento de Inclusión e Igualdad del club derivará al acusado a un Equipo Interdisciplinario de Profesionales que elaborará un informe de riesgo con recomendaciones a resolver por la comisión directiva. Así de escueto. En ese sentido, Santino asegura: “Este tipo de decisiones quedan en un lugar de inacción total e inhabilita las áreas de género y los protocolos de violencia de género que se fueron proclamando y haciendo fuertes sobre todo en la época en que la pelota estuvo parada en pandemia como algo que a los clubes les importaba y acá queda claro que las decisiones se toman en una mesa chica muy cerrada y que en esa relación de fuerzas las áreas de género quedan completamente afuera.”

“El lobo siempre será malo si quien cuenta la historia es caperucita” escribió Villa en su cuenta de Instagram el día de su cumpleaños, no solo acusa a la denunciante de mentirosa, sino que se atreve a burlarse de ella, aun cuando hay una conversación de WhatsApp entre ellxs donde se excusa los golpes que le dio con un “tomé mucho, disculpame”.

La justicia avanza, Boca retrocede

El martes pasado las fiscales Vanesa González y Verónica Pérez, a cargo del caso, citaron a declarar a la médica que atendió a la denunciante en el Hospital Penna, al día siguiente de la violación denunciada. La denunciante relató que, cuando fue atendida, la profesional le dijo que tenía lesiones compatibles con abuso sexual. Sin embargo, eso no quedó asentado en la historia clínica. La médica en su declaración dijo que no recuerda haber atendido a la denunciante de Sebastián Villa a pesar de que en la historia clínica figura su firma. De todas formas, las pericias psiquiátricas realizadas a la denunciante son claves y claras: el informe del Ministerio Publicó Fiscal aseguró que la mujer presenta “indicadores de abuso sexual” y que no hay rastros de “fabulación ni mendacidad”. Lo que significa que para lxs psiquiatras forenses, la denunciante está diciendo la verdad.

El juez de Garantías 2 de Lomas de Zamora, Javier Maffucci Moore, dictó una medida cautelar que incluye una restricción perimetral e impedimento de contacto de Villa con la denunciante. El futbolista ya cuenta con la prohibición de salida del país, medida que la justicia impuso por una causa anterior por violencia de género a su ex pareja el año pasado.

El actual presidente del club Román Riquelme dijo al respecto del caso: “Villa sigue manteniendo su nivel y como profesional no nos faltó a un solo entrenamiento en dos años y medio. Lo que pasa afuera de la cancha es otra cosa. Lo que pase en su vida privada no es asunto nuestro. El fútbol es una cosa y el otro tema es algo diferente. Cuando nos digan lo que pasó, cuando esté todo claro, el club tomará las medidas que tiene que tomar. Pero no podemos hacer nada hasta que la Justicia dicte su sentencia.” Las palabras de Riquelme hablan de una indiferencia total hacia la problemática de la violencia machista y es de una gran irresponsabilidad cuando salen de la boca de un dirigente con una enorme llegada social.

El nivel de irresponsabilidad aumenta si tenemos en cuenta que esta no es la primera vez que denuncian a Villa, en abril de 2020 su expareja, Daniela Cortés, denunció por lesiones y amenazas, el caso ya fue elevado a juicio podría resolverse en un proceso abreviado. La fiscalía le propuso una pena de dos años de prisión en suspenso y ahora la defensa deberá decidir si llegan a un acuerdo para evitar el juicio oral.

Así las cosas, mientras el club se llena la boca diciendo que son respetuosos con la denunciante y que actúan acorde al debido proceso de presunción de inocencia, le dan impunidad al jugador. “Son muchas las compañeras que están interesadas en la democratización de los clubes y en que estos temas se tomen como se tienen que tomar. Hay una lucha de poder ahí, está claro que los clubes son bastiones del patriarcado donde la mirada sobre las mujeres sigue siendo muy cosificada y sobre todo cuando haces una recorrida por los medios de comunicación que cubren los deportes. Hay expresiones muy machistas exacerbadas, poniendo el problema en la víctima y no en el victimario. Creemos que hace falta un cambio radical desde cómo se forma un futbolista y qué mensajes se mandan desde el deporte con respecto a una problemática que es acuciante, que deja muertas todos los días en el país y con todo lo que el fútbol representa porque las mujeres jugamos, pensamos fútbol, vamos a la cancha, amamos nuestros equipos y ya es tiempo de que no nos dejen afuera”, concluye Santino.