Cielo arriba de Jujuy
camino a la puna
veo las casas con la cara del Che
y pienso, “esto no van a perdonarlo”,
no van a perdonar la palabra “Tupac”
ni el milagro de un verano fresco bajo el sol, en lo alto.
Pienso en el Norte, en el Sur, en el Este y en el Oeste.
Cuatro puntos cardinales para los caballos,
cuerpo desmembrado en semilla,
milagro destinado a nacer en Nazareno, en La Quiaca,
en Perico, en Ledesma, en los tomates secos,
en la caña de azúcar, en la naranja dulce de la siesta.
Cuatro puntos cardinales, cuatro caballos ciegos
y los mismos verdugos,
los de quinientos días bajo el cielo en lo alto,
desmembrando La Higuera y sus retoños,
Güemes en Higuerillas desangrándose entero,
Juana Azurduy en la voz de Mercedes,
Violeta Parra con su sol quemando siempre arriba
y las manos de Jara, y la sangre jujeña del éxodo viviente.

Desde la ruta veo las casas con la cara del Che.
Y sé que venceremos.
Que nacerán mil flores de la misma semilla
aunque bramen caballos,
aunque quinientos días,
aunque el sol en lo alto del Alto Comedero
                               diga que estamos solos.

 

Cielo arriba de Jujuy
camino a la puna, camino a Nazareno,
el Che me sonríe, iluminado, por un farol de noche.
(30 de mayo de 2017, a 500 días de Milagro en prisión).