En Salta, un hombre está detenido e imputado por el crimen de su novia, de 26 años, y el hijo de ella, de 2 años, ambos envenenados con cianuro que él les proporcionó en una botella que le dio a tomar al niño y que había asegurado que tenía agua bendita. Ayer el fiscal a cargo de la investigación informó que el acusado, Gaspar Cinco, de 27 años, ya había ofrecido 10.000 pesos a tres personas para matar al niño porque le molestaba en su relación de pareja. Además, los médicos forenses acreditaron que Alejandra Párraga se envenenó cuando intentó hacer respiración boca a boca a su hijo, quien había sufrido convulsiones por el cianuro.

Cinco “le ofreció diez mil pesos a tres personas distintas para matar a una persona”, detalló el fiscal penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio. Cuando recibía respuestas negativas, el imputado ofrecía hacer el pago en dólares. “Estas personas no tomaron en serio lo que les planteaba Gaspar Cinco. Les parecía claramente irreal y no le dieron la envergadura que tenía, pero al conocer la noticia y comprobar la magnitud del hecho, se presentaron espontáneamente a la Fiscalía, donde prestaron declaración y aportaron pruebas, como los chats y los mensajes que se habían enviado”, explicó el fiscal.

Quienes brindaron la información sobre esas ofertas añadieron que conocían a Cinco pero “no lo veían desde hace algún tiempo”, y que él los contactó a través de Facebook. En todos los casos, hablaba de que alguien más quería matar a un niño que perturbaba una relación de pareja. “Al parecer él tenía este conflicto personal de pensar que la presencia del niño no le permitiría cumplir con su proyecto de pareja normal”, señaló Ramos Ossorio, quien apuntó que “el señor ya había hecho público su descontento con la presencia del menor como parte del grupo familiar de su pareja, y quería deshacerse de esa situación”.

Alejandra Párraga y su hijo “fallecieron por intoxicación, por el consumo de cianuro de potasio”, pero mientras que el niño lo consumió directamente con el agua de la botella ofrecida por Cinco, su madre “lo aspiró de la botella y al practicarle respiración boca a boca a su hijo en el momento en que entra en shock”. “Por eso las muertes fueron diferentes. El menor tenía la sustancia en el estómago, mientras que la mujer la tenía en sus vías respiratorias”, explicó Ramos Ossorio.

El fiscal imputó a Cinco por los delitos de “homicidio doblemente calificado, por la relación de pareja y por el medio utilizado, en este caso envenenamiento”, en perjuicio de Alejandra Párraga, con quien mantenía una relación de pareja desde hacía aproximadamente dos meses. Además, lo acusó de homicidio agravado por el medio utilizado, en perjuicio del niño Amir Párraga.

El fiscal pudo reconstruir que el imputado “concurrió al domicilio de la chica con una botella en su poder, que anunciaba que contenía agua bendita”. Luego, dio la botella al chico, quien, “al ingerirlo, entró en un colapso que determinó la inmediata intervención de la madre, quien a su vez también tomó contacto con esta sustancia y ambos fallecieron”.

El cianuro al que recurrió Cinco para los envenenamientos “es de venta libre”. En la causa está acreditada “su adquisición, donde lo obtuvo, el recipiente, el número de lote y la mecánica utilizada” para provocarle la muerte al niño. El fiscal anticipó que el frasco de veneno que había comprado Cinco fue encontrado, con parte del contenido, en un canal cerca de la casa de su novia. Era un envase “de cuatrocientos gramos” que le costó al detenido “novecientos noventa pesos”.

De acuerdo con la reconstrucción, luego de las muertes de la mujer y el chico, Cinco intentó volver a entrar en la casa, pero los hermanos de la víctima se lo impidieron y preservaron la botella, que era lo último con lo que habían tenido contacto los dos fallecidos. Cinco está detenido e imputado, pero se abstuvo de declarar.