La Policía Federal (PF) de Brasil decidió reforzar las tareas de seguridad de los candidatos presidenciales y envió orientaciones a la dependencias policiales de los estados para “movilizar esfuerzos” en este proceso de campaña electoral.

La seguridad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores, PT) tendrá especial atención, debido a las mediciones de riesgo que ha realizado la cúpula policial, según informa este viernes 15 el diario paulista Folha.

La PF tiene responsabilidad por la protección de los candidatos a la Presidencia, con la excepción del presidente Jair Bolsonaro, cuya seguridad depende del Gabinete de Seguridad Institucional.

“El escenario actual pone de manifiesto la necesidad de aunar esfuerzos, dada la intensificación de las manifestaciones de correligionarios de los principales candidatos y los incidentes ya registradas en la fase precampaña electoral”, dice el texto de la PF, que divulga Folha.

Las tareas de seguridad tenderán a reforzarse a partir del 20 de julio, cuando las convenciones partidarias empiecen a proclamar oficialmente a las candidaturas presidenciales de cara a las elecciones primarias de octubre.

Una de las medidas previstas es que los candidatos notifiquen sus agendas con 48 horas de antelación para que la policía brasileña pueda analizar las particularidades de cada evento.

La preocupación en el entorno de Lula

El candidato del PT desistió este miércoles de viajar a la ciudad de Foz de Iguaçu, al sur del país, para asistir al funeral de un político de su partido asesinado por un policía bolsonarista el fin de semana, ante el temor de un ataque violento.

La preocupación por la seguridad de Lula, favorito para ganar las elecciones de octubre, crece día a día y su comando de campaña decidió reforzar la seguridad y planificar de forma detallada su agenda de trabajo para evitar incidentes.

Brasil está conmocionado por el asesinato de Marcelo Arruda, tesorero del PT en Foz de Iguaçu. El hecho ocurrió el sábado, cuando Arruda celebraba su cumpleaños con una fiesta "temática" dedicada a Lula y un agente penitenciario identificado como Jose da Rocha Guaranho se presentó en el lugar y disparó, según testigos, al grito de "¡Aquí somos de Bolsonaro!".

Los viajes de Lula por las ciudades de Brasil han estado precedidos por visitas previas de agentes de seguridad. El exmandatario también ha adoptado un nuevo hábito en sus apariciones públicas: llevar un discreto chaleco antibalas.

En un acto celebrado en Brasilia este martes, Lula atribuyó el asesinato de Arruda al supuesto "odio" que difunde Bolsonaro, y pidió a quienes le apoyan que eviten "provocaciones" de cualquier tipo.