Dos comisarios de la Policía Federal condenados como coautores del asesinato del joven militante trotskista Mariano Ferreyra quedaron detenidos tras el rechazo de la Corte Suprema a recursos de sus defensas contra la sentencia que les impuso penas de 10 años y ocho meses de prisión. Los comisarios Luis Mansilla y Jorge Ferreyra eran las máximas autoridades del operativo de la Policía Federal que permitió el accionar de la patota de la Unión Ferroviaria (UF) que el 20 de octubre de 2010 mató a Ferreyra al atacar a tiros a trabajadores tercerizados del ferrocarril Roca que reclamaban su pase a planta. Desde el Partido Obrero, donde militaba Ferreyra, exigieron que la causa avance hacia los funcionarios políticos y que ex líder de la UF vaya a la cárcel. 
La Corte Suprema confirmó el martes las condenas de estos comisarios como partícipes necesarios del homicidio, y el Tribunal Oral Criminal 21, que tuvo a su cargo el juicio oral por el crimen, dictó órdenes de captura para ambos ex jefes policiales. Jorge Ferreyra fue detenido el mismo día y Mansilla se entregó 48 horas después. El TOC 21 dispuso que Ferreyra fuera destinado al penal de Marcos Paz y envió a Mansilla a la División de Investigaciones Penal Administrativa (DIPA) de la Prefectura Naval, hasta que se determine si recibe el arresto domiciliario.
En la misma causa fueron condenados a 15 años de prisión como instigadores José Pedraza, que era en 2010 secretario general de la Unión Ferroviaria, y su segundo Juan Carlos Fernández, quienes en la actualidad cumplen las penas bajo el régimen de prisión domiciliaria.
Cristian Favale y Gabriel Sánchez, como autores materiales de los disparos, y Pablo Díaz, quien comandaba la patota en el lugar de los hechos, fueron condenados a 18 años, mientras que otros acusados recibieron penas de hasta 11 años de prisión.
Aparte de los dos comisarios, otros tres policías –Luis Echeverría, Gastón Conti y Hugo Lompizano– fueron condenados a dos años de prisión por incumplimiento de deberes de funcionario público. Estas condenas ya habían sido confirmadas por la Cámara de Casación.
Mansilla y Ferreyra eran las máximas autoridades policiales de la estación Avellaneda, dado que pertenecían a la División Roca de la Policía Federal, aquel 20 de octubre de 2010 cuando Ferreyra fue asesinado mientras apoyaba una manifestación de reclamo de los trabajadores tercerizados ferroviarios. La ratificación de las condenas de ambos por parte de la Corte implica que no pueden realizar más apelaciones en este caso, en el que fueron considerados como partícipes necesarios por haber permitido el accionar de la patota sindical en Barracas contra los militantes del PO, cuando fue asesinado Ferreyra y Elsa Rodríguez resultó herida de gravedad.
El Partido Obrero planteó que “la detención de ambos comisarios es un enorme triunfo contra la impunidad que con la liberación de algunos de los detenidos y la prisión domiciliaria a Pedraza se abría camino en la causa”. En un comunicado que lleva la firma de Néstor Pitrola, Gabriel Solano y Marcelo Ramal, el PO enfatizó que “ahora, debe ser investigado Aníbal Fernández, quien en ese momento como jefe de Gabinete encabezaba la policía y defendió el accionar de estos comisarios”. Para el PO la ratificación de las sentencias debería implicar que Pedraza vuelva a la cárcel porque “no hay motivo que justifique que cumpla su condena en una torre de lujo”.