La noticia de un querido artista que se marcha del planeta siempre esá una gran sorpresa, mezclada con la pena y el afecto que prodiga su arte. El 13 de noviembre nos dejó uno de los mejores músicos de rock internacional, extraordinario Pianista, original cantor y maravilloso compositor. Leon Russell, oriundo de Oklahoma, falleció durmiendo en Nashville a sus 74 años. Dos meses atrás se le había practicado un by pass. Sus comienzos fueron “entre las sombras”. Desde muy joven estuvo metido en la industria discográfica, como músico sesionista en álbumes memorables. Tocando en discos de The Beach Boys (Pet Sounds), pasando por antológicas grabaciones del productor Phil Spector, The Everly Brothers o The Byrds (Mr. Tambourine Man), llegando a The Rolling Stones (Let It Bleed). Multiinstrumentista, fue notable en el piano, pero muchas veces tomaba la guitarra. Productor y arreglador incansable: en 1969 dirigió la banda que acompañó a Joe Cocker, que se puede disfrutar en el film Mad Dogs & Englishmen. Al año siguiente produjo el álbum de B.B. King  Indianola Mississippi Seeds, donde toca el piano y es autor de muchas de las canciones. No había cumplido 30 años y decidió grabar un disco solista. Así apareció A Song For You, donde participan numerosas luminarias que lo admiran, como Stevie Winwood, Eric Clapton, George Harrison, Mick Jagger, entre otros. En 1971 participó del legendario Concierto de Bangla Desh junto a Bob Dylan y George Harrison.
Sobresale su manera de tocar el piano, siempre dentro de géneros como rock, blues, country o folk, pero también es notoria su manera de cantar: una expresividad cansina, casi un “vaquero” narrando su destino deambulando por la ciudad. En 1975 se casó con Mary McCreary y registró el hermoso Leon & Mary Russell Wedding Album, que silenciosamente fue publicado en nuestro país ese año. Interpretadas por otros artistas, algunas de sus canciones se transformaron en verdaderos hits: “This Masquerade” (George Benson), “A Song For You” (Ray Charles), “Superstar” (Carpenters) y muchas más en las voces de Aretha Franklin, Barbra Streisand o Ella Fitzgerald.
Sin embargo, siempre con mucha actividad produciendo, arreglando o bien componiendo para otros, su carrera personal permaneció oculta de alguna manera. Hasta que un día Elton John lo convocó para registrar el The Union (2010), argumentando su plena admiración por Russell y creyendo que es un acto de justicia que las nuevas generaciones sepan quién es. El disco llegó a los primeros puestos de venta por todo el mundo. 
La discografía de Russell es enorme y nunca baja de calidad. Como todos los grandes, perdura su obra, y a pesar que su discografia prácticamente nunca fue publicada en nuestro pais, es abundante el material que se puede encontrar de su música por internet.
Pero lo que más me sorprendió es enterarme que se ha marchado el extraordinario arreglador Claus Ogerman. Me llamó mucho la atención la falta de información de su partida: quizá el mejor arreglador orquestal de música popular de los últimos tiempos. Hemos escuchado su bloque armónico característico en álbumes que marcaron historia. Los trabajos de Antonio Carlos Jobim son un gran ejemplo, desde el clásico “Chica de Ipanema” hasta el monumental álbum Terra Brasilis, o Amoroso de Joao Gilberto, con esa irremplazable y extensa versión de “Bésame mucho”. Joyas de grabaciones compartidas con grandes solistas como el pianista Bill Evans, el trompetista Chet Baker, el guitarrista Wes Montgomery, el saxofonista Stan Getz, hasta Frank Sinatra, donde su “pintura” orquestal aparece tapizando el trabajo de los solistas. Ogerman nació el 29 de abril de 1930 en Polonia y falleció el 8 de marzo. Fue un gran compositor: se destacan Gates of Dreams (1977), Claus Ogerman & Jan Akkerman Aranjuez (1978), Claus Ogerman & Michael Brecker Cityscape(1982) y el más reciente con el pianista Danilo Perez Across the crystal sea (2008). 
Vivimos el “Mundo de la Noticia”. Desgraciadamente cada vez más se trata de informar el suceso de mayor impacto social. Para colmo existe un mecanismo de repetición diaria sobre determinadas noticias que te pulveriza el cerebro. Ya sabemos que es importante mantener al tanto a la población de los sucesos de mayor magnitud. Comprendemos que la política y la cuestión social están dentro de los ítems más importantes para la comunidad. Pero paralelamente ocurren montones de cosas. Tristes, nobles, hermosas, desagradables, avances y retrocesos. Humildemente pienso que la partida de estos dos artistas no modificará la vida de nadie. Pero es una gran pena que mucha gente no los conozca, no disfrute de su aporte creativo a este mundo.
Viva la música.