El resonante caso de doping que conmovió el mundo River la semana pasada sumó ayer un nuevo capítulo. Acompañados por dirigentes –entre ellos, el vicepresidente segundo, Matías Patanian– y abogados del club y también por el médico del plantel, Pedro Hansing, los futbolistas Lucas Martínez Quarta y Camilo Mayada estuvieron en la sede de la Conmebol, en la ciudad paraguaya de Luque. El objetivo del viaje fue presentar el descargo de práctica en estas situaciones.

Los jugadores, ambos suspendidos provisionalmente por la entidad rectora del fútbol sudamericano, registraron en sus análisis la sustancia hidroclorotiazida, componente de un diurético que, según la versión oficial del club, contaminó por error un complejo vitamínico que se le suministra a diversos jugadores de la institución. La muestra del zaguero estudiada fue la del partido jugado como visitante frente a Emelec de Ecuador, el 27 de abril pasado, y la del uruguayo la tomada tras la victoria ante Melgar, en Perú, el 18 de mayo.

Aunque están prestando especial atención a tratar de conseguir que Martínez Quarta y Mayada no sean sancionados o reciban la menor sanción posible –algunos trascendidos hablan de dos meses de suspensión–, la Comisión Directiva encabezada por Rodolfo D’Onofrio concretó dos de las incorporaciones pedidas por el técnico Marcelo Gallardo. Tanto  el defensor  Javier Pinola como el arquero Germán Lux pasaron ayer exitosamente la revisión médica y en las próxima horas se pondrán a disposición del Muñeco.

“Gallardo me dijo que creía que podía ser importante para el club”, reveló el ex Central a la salida de la clínica. Y sobre su salida de Central explicó que la pasó “mal” sobre todo por las pintadas en el frente de la escuela donde cursaba su hijo.

Por su parte, Lux se manifestó “ muy feliz de estar acá, muy contento de volver a River, que es mi casa”, de la que partió once años atrás para jugar en España, primero en el Mallorca y los últimos seis en Deportivo La Coruña.