Según el Instituto Nacional de Pesquisas Especiales (INPE) de Brasil, en enero de 2021 la selva tropical más extensa del mundo había perdido 82,88 kilómetros cuadrados de su cobertura vegetal.

Doce meses después, en enero de 2022, la cifra ascendió a 13.235. Conforme señalaron los datos oficiales, se trata de la mayor área degradada en un período de 12 meses en los últimos 15 años.

Los dato fueron recolectados a través de un sistema de alertas a partir del análisis de imágenes satelitales. En el primer mes del año se recibieron 1.587 avisos. Por su parte, los ecologistas atribuyen el aumento del 419 por ciento a la flexibilización de las medidas de control y fiscalización que se han dado durante el gobierno de Jair Bolsonaro, ya que permite la explotación económica de la Amazonía.

El comercio ilícito de madera y la minería ilegal son dos de las principales causas que desembocan en incendios que, desde hace años, consumen gran parte de la vegetación nativa. En comparación con enero de 2021, este año se registró un aumento de estos siniestros de un 54 por ciento con 1.226 focos de fuego. Por otro lado, los expertos indicaron que la Amazonía concentra el 72, 5 por ciento de toda la extracción minera del país.

El bioma de la Amazonía ocupa el 59 % del territorio brasileño en los estados de Acre, Amapá, Amazonas, Mato Grosso, Pará, Rondonia, Roraima y Tocantins. Además, se extiende por el continente y alcanza a Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela y Ecuador.

Características

La Amazonía es considerada “el pulmón del mundo” porque absorbe miles de millones de toneladas de dióxido de carbono que está presente en la atmósfera. Algunas de las características primordiales de la selva amazónica incluyen la reducción de gases de efecto invernadero, regulación del clima mundial, producción de agua dulce y conservación de especies y plantas autóctonas.

Además, es considerada un “sumidero de carbono”, ya que su suelo y vegetación contienen aproximadamente una cuarta parte de todo el carbono mundial almacenado en la tierra.