Con pedidos de pena de entre 18 y 20 años de prisión, ayer quedaron a un paso del juicio oral los dos conductores que protagonizaron una prueba de velocidad y provocaron el siniestro vial en el que murieron David Pizzorno y su hijo, Valentino, de 8 años. "Homicidio simple con dolo eventual", es el delito por el que la fiscal Valeria Piazza Iglesias pidió 18 años de cárcel para Germán Schoeller y Paulo Mancini, quienes el 20 de marzo de 2021 corrían una picada, en la zona de barrio Saladillo, y chocaron contra el auto en el que circulaba la familia Pizzorno. Tras la audiencia preliminar que comenzó ayer, esperan fecha de juicio para el primer trimestre del año que viene. Organizaciones que luchan por la seguridad vial acompañan el reclamo de justicia. La querella que representa a Cintia, esposa y madre de las víctimas, solicita 20 años de prisión para los acusados. 

Aquella noche, Schoeller iba al volante de su Renault Sandero. Mancini conducía un Citroën C4. Ambos circulaban por Avenida del Rosario y aceleraron por encima de los 130 kilómetros por hora. Al llegar al cruce con la avenida Ayacucho, embistieron de lleno contra el coche en el que viajaban David Pizzorno, de 42 años, su esposa Cintia, de 32, y Valentino, el hijo de ambos, de 8 años.

La mecánica del hecho, según las pericias, indica que el Citroën rozó al auto de los Pizzorno y lo hizo dar un trompo. Rápidamente, el Sandero lo embistió. La acusación indica que todo ocurrió sin que los conductores accionaran los frenos y que tampoco respetaron el semáforo que estaba en rojo intermitente.

Como consecuencia, Pizzorno y su hijo murieron en el acto. Cintia sufrió lesiones diversas, por las que debió recibir atención médica, pero sobrevivió. Ella misma dijo en varias oportunidades que sigue adelante para hacer justicia por su familia.

El pedido de pena que presentó ayer la fiscal de la Agencia de Siniestralidad Vial y Delitos Culposos frente a la jueza Melania Carrara, incluye la inhabilitación por 10 años para ambos conductores, al igual que el pedido de la querella.

Si bien la audiencia pasó ayer a un cuarto intermedio, se espera que retome en los próximos días para terminar con la etapa previa al debate oral y público. En su acusación, la funcionaria judicial indicó por qué les achaca el delito de homicidio simple con dolo eventual (que ya tiene antecedentes en causas anteriores), y no un delito culposo -sin intención, que implica penas menores- como solía verse en otros casos de siniestros de tránsito. A cada uno, les endilgó: "Usted se representó el resultado como una posibilidad seria, lo asumió, no desistió o renunció a dicha acción inusitadamente peligrosa para la vida de las personas y para usted mismo, continuando con su accionar sin importarle la producción del resultado".

"A la velocidad que venían y durante todo ese tiempo, podría haber impactado no solo con nosotros, sino con cualquier otro vehículo o colectivo que cruce. Podrían haber muerto ellos también. Fue una locura", dijo Cintia ayer desde el Centro de Justicia Penal, donde estuvo acompañada por organizaciones viales. "Los dos estaban lúcidos, concientes de todos sus actos. Los dos son igual de responsables", aseguró.