La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió este jueves con el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, a quien agradeció por su solidaridad, en el marco del hostigamiento que la exmandataria viene sufriendo en las últimas semanas tras el pedido de 12 años de prisión de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola en la causa Vialidad. 

"Hoy, con Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz. Gracias por su solidaridad", escribió la vicepresidenta en Twitter, junto a una fotografía en su despacho del Senado con el Nobel de la Paz, referente en defensa de la democracia y de los derechos humanos. 

La reunión tiene lugar después del pedido de 12 años de prisión a CFK de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola en la causa Vialidad --quienes también solicitaron que la vicepresidenta y el resto de los exfuncionarios imputados en la causa por la obra pública en Santa Cruz sean inhabilitados de forma perpetua para ejercer cargos públicos-- y después de la represión que el Gobierno de la Ciudad llevó adelante contra manifestantes kirchneristas en los alrededores del domicilio de CFK, en Recoleta.

La crítica de Pérez Esquivel a la Justicia

A comienzos de este mes, el premio Nobel de la Paz llamó a la movilización popular para que el Congreso apruebe un juicio político contra los integrantes de la Corte Suprema de Justicia y se sumó a las voces que advierten sobre una persecución política de un sector del Poder Judicial contra algunos dirigentes. “Hay intentos de lawfare en nuestro país", advirtió, "y con el lawfare se han provocado golpes de estado encubiertos" en otros países, como ocurrió "en Paraguay, Honduras, Bolivia y Brasil", recordó.

La referencia de Pérez Esquivel a uno de los principales problemas del Poder Judicial tuvo como objetivo respaldar la presentación que la Asociación Americana de Juristas (AAJ) hizo en la Cámara de Diputados para que inicie un proceso de enjuiciamiento a Carlos Rozenkrantz, Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda. La organización los acusa de "mal desempeño" en el ejercicio de sus funciones y de haber vulnerado "el ejercicio de los derechos" garantizados por la Constitución Nacional "para todos los habitantes del país".

"Hay jueces en la Corte Suprema que entraron por la ventana y no por la puerta, que fueron nombrados a dedo sin ninguna consulta durante el macrismo y que, lógicamente, están condicionados por la política”, sostuvo entonces el premio Nobel en alusión a Rozenkrantz y Rosatti, quienes antes de ser nombrados por el Senado habían aceptado asumir a esos cargos por un decreto anticonstitucional del ex presidente Mauricio Macri. Además, “la Corte no se ha renovado y tiene déficit de representantes mujeres”, sumó como agravante.