El expresidente y actual candidato izquierdista para la presidencia de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se pronunció este miércoles luego de que el mandatario y también candidato, Jair Bolsonaro lo llamara "ladrón" y "pandillero" en un acto público esta mañana en Copacabana en el marco de los 200 años de la independencia del país.

"Nunca usamos el Día de la Patria para una campaña electoral. En lugar de hablar de los problemas de Brasil, Bolsonaro me ataca, en lugar de explicar cómo su familia reunió 26 millones en efectivo para comprar 51 propiedades. Brasil necesita amor, no odio", expresó Lula en su cuenta de Twitter.

Los dichos de Lula da Silva se dan luego de que el equipo legal de campaña de Bolsonaro presentara un reclamo en el Tribunal Superior Electoral para prohibir una propaganda sobre un informe periodístico que señala que, tanto el mandatario como sus familiares pagaron con dinero en efectivo por, al menos, 51 inmuebles adquiridos entre 1990 y 2022.

"Una investigación periodística reveló otro escándalo: 51 de estas propiedades fueron pagadas en efectivo, por un valor actualizado de 25 millones de reales. ¿De dónde sale tanto dinero de la familia Bolsonaro? Es un escándalo", dice el vídeo de 30 segundos que empezó a circular el pasado fin de semana.

En tanto, en el video de Twitter, el expresidente también compartió un video comentando que ha participado en varios actos por la independencia, pero que en ningún momento utilizó un día patriótico como el de hoy como instrumento de política electoral. Además, destacó que hay muchos temas para hablar con el pueblo como lo son la educación, salud, desempleo y, en cambio, Bolsonaro decide atacarlo.

Por último, el candidato del Partido de los Trabajadores añadió que se necesita de un gobierno que cuide al pueblo, una persona que brinde armonía, que hable de amor, crecimiento económico, industrialización, generación de empleo y aumento de salario.

"Vamos a recuperar la democracia para recuperar a Brasil", concluyó.

Los dichos de Bolsonaro

Luego de liderar por la mañana en Brasilia el acto oficial de conmemoración por el bicentenario de la independencia del país, el mandatario viajó a Río de Janeiro y exaltó ante miles de seguidores el riesgo de que el Lula da Silva  regrese al poder.

"No soy muy educado, hablo blasfemias, pero no soy un ladrón (...) Comparen Brasil con Argentina, Venezuela y Nicaragua. Son amigos del pandillero de nueve dedos que se presenta a las elecciones. Ese tipo de gente hay que extirparla de la vida pública, tendremos un gobierno mucho mejor con nuestra elección, con la gracia de Dios", dijo.

Tras los ataques al expresidente, favorito para ganar las elecciones del 2 de octubre, Bolsonaro se dedicó a elogiar su propio gobierno. Dijo que Brasil es una referencia para todo el mundo y tiene "una política exterior sin igual", resaltó números positivos para la economía, sin mencionar ninguno, y aseguró que el país está "despegando" bajo su gestión.

No obstante, desconoció la creciente situación de hambre en el país y dijo que Brasil garantiza "la seguridad alimentaria de 1000 millones de personas en todo el mundo". También aseguró que estaba en contra de la legalización del aborto y alzó la voz para decir: "El Estado es laico, pero su presidente es cristiano".