Dice León Gieco por zoom, de onda y bien directo: “Quiero invitarlos a que participen del noveno Encuentro Nacional de Trovadoras Argentinas. Esto es el 1° de octubre a las 21 en el auditorio del Hotel Quagliaro, que queda en Moreno 2654. La entrada es libre y gratuita, pero sí se reciben alimentos no perecederos para apoyar la olla popular Graciela Vidaillac, de Lanús”. Y si lo dice León, es porque está todo dicho. Parte del movimiento de compositoras y activistas culturales argentinas Mujertrova subirá a escena entonces para presentar en vivo su tercer cancionero con dos flamantes incorporaciones: Cecilia Gauna y Marcela Abruzzese. “Cantaremos una canción de composición propia cada una, en tres bloques. Además, compartiremos poesía de compañeras que no pudieron venir, y algunos videos de apoyo al Movimiento, y cerraremos con unas canciones grupales”, informa Paula Ferré, fundadora del colectivo. 

“Este encuentro surgió con la idea de recaudar alimentos para nuestra olla popular. Paula Ferré, en lo particular, es una aportante a la olla, y a la casa de la amistad argentino-cubana que la integra”, suma Jorge Gessaga, referente de la olla popular lanusense que surgió a causa de la crisis, y que ofrece merienda y cena a una media de ciento veinte personas por día, además de asistir -trabajadora social mediante- a gente que necesita orientación para realizar trámites de documentación, recibir educación o defenderse de la violencia de género. “Durante la pandemia, empezamos a ver gente deambulando por el barrio, casi sin destino, y personas durmiendo a la intemperie. Entonces, vimos la necesidad de dar una solución colectiva a eso, porque no tenemos apoyo municipal, y a nivel nacional hemos recibidos ayuda en cuatro ocasiones… El resto lo tuvimos que solventar con la solidaridad de los vecinos, compañeros, amigos y familiares, y así funciona hasta hoy”, señala Gessaga. “Además, logramos que gente que al principio venía a comer ahora esté colaborando en la cocina y en las actividades organizativas”.

Fiel a sus principios de justicia social y artística, esos que las llevaron a juntarse en 2013, las trovadoras darán el recital a cambio de alimentos no perecederos. “En lo general, la misión de Mujertrova es visibilizar nuestro trabajo y a la vez dejar un legado a nuevas generaciones, por eso editamos los primeros cancioneros de trovadoras de nuestro país, llevamos nuestra canción a los barrios, a las escuelas, a las organizaciones, y ponemos acción concreta en diferentes luchas sociales de nuestro país”, resume Ferré, acerca de los ejes en los que se mueve el colectivo que tiene como madrina a Teresa Parodi, y como padrino al recientemente fallecido cantautor cubano Vicente Feliú, a quien las trovadoras dedican el tercer cancionero.

Los tres cancioneros publicados al momento están poblados de canciones de autora sumergidas en el propósito de transformar la realidad “con una visión esperanzadora”. “A la vez, apostamos a la idea de reflexionar sobre un mundo más justo. Nuestro compromiso, de hecho, tiene que ver con la defensa de los Derechos Humanos, la justicia social, la lucha por el financiamiento a la cultura, el cumplimiento de la ley de cupo femenino, el cuidado de la naturaleza y los recursos naturales, pueblos originarios, soberanía e identidad. También nos declaramos en contra todo tipo de violencia, de género, política, machista o represiva, y todo esto brota en nuestras canciones, en nuestro transitar, en nuestra cotidianeidad”, detalla Ferré, por su parte autora de tres discos que recorrieron Latinoamérica (Por Buenos Aires; Una guitarra, un sueño, una voz y Mujer originaria) y directora de la Casa Museo de la Trova Argentina.

La parada musical de este sábado se pliega asimismo a la ruta Mujertrova, iniciativa basada en una serie de pequeños encuentros de dos o tres cantautoras que se reúnen en diversos puntos del país “para mantener vivo el fuego del colectivo”. “Soñamos con tener una representante de cada provincia y una compañera de cada país de Latinoamérica. Por ahora han sido parte del movimiento más de sesenta compositoras de la Argentina y de Chile, Cuba, Venezuela, Colombia, México y Uruguay”, se explaya, la trovadora, tenaz guardiana de este movimiento independiente, cuya forma de organización actual está simbolizada por un mandala poblado de seis círculos de acción que representan federalismo, nuevos proyectos, profesionalización, recursos, conexión interna y comunicación. “Estos seis círculos confluyen en el centro en un magma de fuego, conteniendo toda la estructura la trama o espacio germinal, donde están todas las compañeras que se sienten parte de esto”.