En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil que ocurrieron la semana pasada, Lula da Silva terminó con 48,4 por ciento de los votos, confirmando lo que preveían las encuestas y sondeos más respetados en Brasil. En cambio el ultraderechista y actual mandatario Jair Bolsonaro sorprendió: las mismas encuestas le daban entre 34 y 37 por ciento, pero alcanzó nada menos que 43,2.

En este contexto, desde Brasil el doctor en Cs. Sociales, profesor e investigador de la UBA Amilcar Salas Oroño señaló a Una vuelta al mundo, en AM750, que "lo que quedó fuera de cuadro en lo que respecta a proyección de resultados es lo que sucedió en el interior de San Pablo, donde la elección fue muy desfavorable para Jair Bolsonaro a punto tal que revierte la victoria que logra Lula en la ciudad".

Por otro lado indicó que la proporción de la población que tiene como religión el evangelismo es aproximadamente de un 25 a 27% el cual "no es decisivo en una elección", asimismo Bolsonaro tuvo un 50% del voto evangélico que debería haber tenido.

"Lula hizo una elección absolutamente fantástica, sobre todo si se lo compara con sus primeros turnos victoriosos del 2002 y 2006", aseguró.

En este sentido, apuntó a que la alianza de Lula con Geraldo Alckmin "no le rindió nada", porque Geraldo en la divisoria del manejo estadual y en el manejo paulista del partido era justamente el que capitaneaba el interior, aunque según el docente, "evidentemente no capitaneaba más".

Además, contó que la mayor parte del electorado decidió su voto en "un vuelco sobre la hora"  y, en este contexto, "el bolsonarismo tiene mucho de virtuoso".

Por último, reflexionó acerca de una posible victoria del líder del PT y su probable proyecto de Gobierno: "Lula tiene mucho más recursos para gobernar, no solo para componer gobernabilidad sino también recursos técnicos y profesionales del mundo del conocimiento. Me parece que ahí hay condiciones para que Lula pueda establecer un gabinete y una estructura de gobierno interesante, actualizada", manifestó.