Desde Santa Fe.

Uno de los cinco represores de la Marina detenidos esta semana en Bahía Blanca por delitos de lesa humanidad es conocido en Santa Fe. Se trata del contralmirante Rodolfo Carmelo Francisco Luchetta, quien fue el tercer interventor de la dictadura en la provincia: lo designó el genocida Roberto Eduardo Viola el 29 de marzo de 1981 y ocupó la Casa Gris durante quince meses, hasta el 18 de junio de 1982, cuatro días después de la rendición de Malvinas. Los fiscales Miguel Angel Palazzani y José Nebbia lo acusan por hechos anteriores, los "secuestros y tormentos" a 25 militantes políticos ‑entre ellos tres asesinados y 13 desaparecidos‑, cuando era capitán de navío y jefe de Operaciones en la Base de Puerto Belgrano, en 1976.

La unidad fiscal que investiga el terrorismo de estado en Bahía Blanca solicitó la detención de Luchetta y de otros cuatro imputados en la causa hace casi un año, en agosto de 2016, pero el juez federal Walter López da Silva, recién la ordenó esta semana. Dos de ellos están en la cárcel de Bahía Blanca, otros dos en la Alcaidía de los tribunales porteños y Luchetta en su domicilio, por edad y estado de salud. A los cinco se les imputan secuestros, torturas,  homicidios, desapariciones y asociación ilícita.

El Comando de Operaciones Navales ‑donde actuaba Luchetta‑ tenía sede en la Base de Puerto Belgrano, era la máxima autoridad operativa de la Armada y se encargaba de planear, conducir y supervisar todas las acciones. Un eslabón clave entre el Comando en Jefe de la Armada -del que recibía las órdenes‑ y los comandos de las Fuerzas de Tareas que estaban bajo su dependencia, según la pesquisa de la unidad fiscal a cargo de Palazzani y Nebbia.

Santa Fe tuvo cinco interventores en la dictadura cívico‑militar: el coronel José María González, que era jefe del Area 212 cuando comandó el golpe del 24 de marzo de 1976 y siguió hasta el 16 de abril. Lo reemplazó el vicealmirante Jorge Anibal Desimoni hasta el 31 de marzo de 1981. El tercero fue Luchetta hasta el 18 de junio de 1982. Y luego completaron la etapa los civiles ex dirigentes de Línea Popular: Roberto Enrique Casís (hasta el 28 de febrero de 1983) y Héctor Claudio Salvi (hasta el 11 de diciembre de 1983).

 

Luchetta es investigado por crímenes cometidos en Bahía Blanca, donde operó entre 1981 y 1982.

 

González afrontó dos juicios de lesa humanidad. En 2011, el Tribunal Oral de Santa Fe lo condenó a prisión perpetua por el secuestro de una familia, en noviembre de 1975: la del militante político Mario Osvaldo Marini, su esposa y el bebé de ambos de 45 días y la posterior desaparición de Mario. Y en 2014, cuando era juzgado por los secuestros y torturas al ex  intendente de Santa Fe Noé Adán Campagnolo y al ex presidente de la Cámara de Diputados Rubén Dunda quedó al margen del proceso por su salud y falleció poco después de la sentencia, en octubre de 2014.

En cambio, Desimoni murió impune. Ya había zafado por las leyes de obediencia debida y punto final y falleció el 14 de diciembre de 1992, en el primer gobierno de Carlos Reutemann, quien decretó día de "duelo" por el "profundo sentimiento de dolor" que provocó "en el pueblo y gobierno" de Santa Fe "la muerte del ex gobernador", como lo llamó. Y le rindió homenaje con "bandera a media asta" en escuelas y edificios públicos. El decreto lo refrendó el ex ministro de Gobierno Jaime Belfer.

Ahora, el investigado por crímenes aberrantes es Luchetta, pero por hechos ocurridos en Bahía Blanca, antes de su traslado a Santa Fe, donde operó entre 1981 y 1982. En 1979, ya había sido agregado naval en la embajada argentina en Londres y después de la guerra de Malvinas, asumió como embajador en Italia.

El 30 de marzo de 1981, Luchetta designó su gabinete en la provincia con mayoría de civiles y tres militares: el ex jefe del Area 212, coronel Juan Orlando Rolón, quien asumió como ministro de Bienestar Social, el capitán navío Jorge Esteban Bocaccio (secretario general de la Gobernación) y capitán de fragata Juan Antonio Pesado (secretario de Acción Comunal). Rolón también murió impune, en 2009, un mes antes de la sentencia del primer juicio de lesa humanidad en Santa Fe del que zafó con partes médicos. En 1976, Pesado era el capitán del 33 Orientales, el barco prisión por el que pasaron decenas de presos políticos, entre ellos Carlos Menem y Antonio Cafiero.