La Facultad de Filosofía y Letras de la UBA aprobó la creación de un espacio de cuidado con el objetivo de facilitar la presencia y participación de madres/padres con niñes a cargo en las actividades académicas que se desarrollarán la semana próxima en la sede de Puan. Se trata de una iniciativa novedosa y pionera ya que está pensada para niñes hasta los doce años y no forma parte de las propuestas de educación formal.

“Esta iniciativa invita al debate y la reflexión sobre esta problemática en el marco de las universidades y colabora en la conciliación entre las tareas de cuidado y las laborales/profesionales, valorando el cuidado con un enfoque de derechos tanto para quienes cuidan, como para quienes requieren cuidados, y pondera la corresponsabilidad en la gestión de estas tareas”, dijo el decano Ricardo Manetti.

La resolución de creación de un “dispositivo de cuidado infantil” fue votada por unanimidad el martes en el Consejo Directivo de cara a garantizar el cuidado de niñes de los y las investigadores que participarán de las VII Jornadas Nacionales y V Latinoamericanas de Investigadorxs en Formación en Educación, las X Jornadas de Investigación en Antropología social “SANTIAGO WALLACE” y las IV Jornadas Nacionales de Filosofía del Departamento de Filosofía (UBA) que se desarrollarán del 22 al 25 de noviembre.

El dispositivo de cuidado infantil estará disponible para niñes de entre dos y doce años; y se dividirá en dos grupos, el primero para niñes entre dos y cinco años y el segundo para niñes de entre seis y doce años. Según el número de asistentes podrá subdividirse en tres grupos. Funcionará de 9 a 13 y de 14 a 19 horas, en los horarios previstos para las jornadas y se desarrollará en un espacio aislado del resto de las zonas de la Facultad y de acceso seguro a un baño.

En este espacio habrá una propuesta pedagógica lúdica que se opone a la vieja idea de guardería, ese lugar en el que se dejan les niñes sin ningún marco más que resolver la necesidad de padres y madres.

“Es una experiencia que tiene que ver con una historia de acumulación de temas y políticas de género en la facultad y en el campo científico. Uno de los análisis desde la perspectiva de género es la incidencia de la carga doméstica en la carrera de las personas y que esta carrera está limitada por las condiciones materiales que hacen que muchas veces no pueden pagar una persona o una institución. En general las personas profesionales que vienen de sectores más pobres tienen más problemas para arreglarse con el cuidado infantil y el de personas mayores”, explicó la vice decana Graciela Morgade en diálogo con Página/12.

Esta propuesta se enmarca en la reciente creación de la Subsecretaría de Políticas de Género y Diversidad de la facultad, a cargo de Ana Laura Martín, producto de la gestión de la universidad iniciada en agosto.

“Definimos crear un área de gestión más abarcativa que pueda meterse con cuestiones de política institucional como esta pero también promover la articulación curricular más profunda de las cuestiones de género, promover campañas contra la violencia de género y armar dispositivos de capacitación en la formación docente; profundizando lo que la facultad viene haciendo porque en realidad desde 1992 tiene el Área interdisciplinaria de estudios de la mujer, que en el 98 se transformó en el Instituto interdisciplinario de estudios de género. Ningún proyecto es individual menos uno feminista”, apuntó.

E insistió con que esta medida busca romper con algunas ideas preestablecidas acerca de lo que es ser un universitario. “Lo interesante es visibilizar que las personas que trabajan en la facultad son personas que cuidan, muchas tienen dificultades económicas fuertes aun cuando son universitarias. Acompañamos esas trayectorias con este espacio de cuidado, para que puedan presentar trabajos en congresos, tarea que forma parte de tu trabajo”, agregó.

En algunas facultades, como Derecho y Exactas, de la UBA, y otras universidades nacionales, hay jardines de infantes destinados a cubrir las necesidades de escolaridad de esos primeros años de vida. Esta propuesta es pionera en proponer el armado ad hoc para actividades académicas puntuales, con horarios más extensos y destinada a niñes de hasta doce años. Se enmarca en un debate más amplio sobre el proyecto de Ley que propone la creación de Sistema Integral de Políticas de Cuidado (“Cuidar en igualdad”) que tiene estado parlamentario y promueve la organización social del cuidado con perspectiva de género y en clave de igualdad de derechos para quienes cuidan y son cuidades. Este proyecto involucra al Estado, a las familias, a la comunidad y al sector no estatal en la corresponsabilidad de la gestión de los cuidados.

Esta política está en consonancia con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que aprobó una línea de apoyo económico destinado a participantes de reuniones científicas que realicen actividades de investigación y desarrollo y que cumplan con tareas de cuidado y será lanzada el 30 de noviembre.

La semana pasada, los cuidados fueron el eje de debate de la XV Confencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de CEPAL desarrollada en CABA. Los cuidados son una tarea históricamente invisibilizada, producto de la división sexual del trabajo. El tema no es nuevo. Hace años que los cuidados son parte de la agenda feminista.  Con la pandemia se hizo más evidente aún la necesidad de valorizarlos y ponerlos en el centro de las políticas públicas si queremos hacer vidas más vivibles sobre todo para quienes tienen menos recursos.