El Argentina Open es el torneo más relevante de tenis femenino nacional. La edición de este año, además de acercar a las mejores tenistas locales y algunas buenas raquetas extranjeras al público de Buenos Aires, se ubicó inmediatamente después de una serie de Billie Jean King Cup -la ex Fed Cup- en la que el equipo argentino se llevó una gran desilusión. El sueño de llegar a los Qualifiers 2023, con la mira hacia un eventual acceso a las Finales, devino en un nuevo retroceso a la Zona Americana.

La eliminatoria de los playoffs se jugó en el Tucumán Lawn Tennis, aunque los coletazos de la derrota 3-1 ante Brasil llegaron a Buenos Aires. El decepción no fue provocada por el mero resultado deportivo sino, en cambio, por la forma de perder. 

Todas las integrantes del conjunto nacional que actuaron en Tucumán jugaron luego el cuadro principal del WTA de Buenos Aires: Lourdes Carlé (161ª), Paula Ormaechea (184ª; ex 59ª), Nadia Podoroska (204ª; ex 36ª), Julia Riera (260ª) y Solana Sierra (484ª).

"Tenía un torneo muy lindo por delante y no podía lamentarme por lo que había pasado en Tucumán. Quería sacármelo de la cabeza", dijo Carlé, numero uno del plantel argentino. ¿Qué pasó en Tucumán? El desarrollo de los sucesos confluyó cortocircuitos, falencias estratégicas y fallas de conducción. La capitana Mercedes Paz, 28ª del mundo en 1991, había formado un plantel compacto pero sus decisiones le impidieron mostrar todo su potencial. Y, por el desarrollo de los hechos, perdió autoridad con vistas al futuro.

La determinación inicial provocó estupor: la tucumana prescindió de Carlé, número uno y figura en la Zona Americana. En contrapartida se la jugó por las referentes históricas: Podoroska, muy lejos de su nivel, cayó sin atenuantes contra Haddad Maia (15ª), mientras que Ormaechea se calzó el traje de jugadora copera y se impuso ante Laura Pigossi (114ª).

Para sorpresa de todos el sábado Paz sacó de la formación a la sunchalense, que venía con el impulso de la victoria. La número uno, ahora sí presente, cayó ante Haddad Maia y Solana Sierra, la joya marplatense de 18 años que acaba de terminar su etapa junior, perdió ante Pigossi.

Consumada la derrota, la capitana explicó por qué sacó el primer día a la número uno: “Por estilo de juego a Lourdes le incomodaba jugar con Pigossi. Tenía confianza para jugar con Bia (Haddad Maia) y respeté su decisión porque le tenía fe. Confié en ella". Y profundizó: "Me gustaba el cruce entre Paula y Pigossi. Fue una decisión difícil porque tenemos un equipo completo. Decidí que Paula jugara el single 1 y la vi bien a Nachu (Podoroska) para jugar con Bia; pensé que buscaba ese momento de encontrarse. No tenía nada que perder".

¿Por qué el primer día no jugó la número uno? ¿Por qué Ormaechea no formó el sábado? ¿Por qué le tiraron la presión a la joven Sierra en lugar de que se plantara una semifinalista de Grand Slam como Podoroska? Las respuestas las dieron las propias protagonistas, que no tuvieron problemas en dejar en evidencia las decisiones erróneas de Paz. Hubo desacuerdo entre jugadoras y capitana.

La primera en desautorizar sus palabras fue Carlé: "La realidad no fue tan así como se dijo: estuvo planeado durante toda la semana que yo iba a jugar con Bia. El planteo era distinto en caso de jugar con Pigossi". El viernes a la noche la capitana intentó cambiar esa formación porque, para poder alinear a Ormaechea, necesitaba enfrentar a Carlé con Pigossi.

Podoroska, por su parte, exhibió su postura: "Al principio de la serie dije que cualquiera podía salir a la cancha a jugar. Hablé con Mecha y le dije que estaba dispuesta para jugar (el sábado ante Pigossi). Pero fue decisión de la capitana. Cumplió su rol". Algunas versiones, sin embargo, sostuvieron que la rosarina no estaba en condiciones anímicas de repetir su presencia y, por eso, debió saltar a la cancha Sierra. Como sea, el manejo de grupo está en manos de la capitana, que falló en la comunicación y, en el vestuario, quedó frágil.

Página/12 se contactó con Mercedes Paz, pero la ex jugadora prefirió no responder. La que sí contestó fue Ormaechea, la jugadora de mayor recorrido copero, que contó detalles en la charla con este medio: "Intenté darle un cierre a lo que pasó, porque me hubiera gustado terminar de otra forma. Pero uno no decide, sino que tiene que acatar lo que dice alguien con más autoridad. Para eso está la capitana. Desgraciadamente no fue el cierre que queríamos: pudimos haber perdido, porque no éramos favoritas, pero podíamos haber perdido de otra forma, o incluso ganar".

-¿Con "el cierre que queríamos" te referís a todas las jugadoras?

-Creo que con las chicas, por lo menos hablo de Nadia (Podoroska) y de Lourdes (Carlé), que son las más grandes, no esperábamos que fuera así. Definitivamente. De vuelta: podíamos perder pero el tema es la forma de perder o la mejor manera para tratar de ganar.

-¿Pero todo estaba planeado?

-Yo me enteré del cambio de equipo cuando se hizo la reunión, después de la cena del viernes. Es más: yo pensé que entraba a jugar el sábado y que la táctica era otra, pero la capitana, por lo visto, tenía pensado algo diferente. No creo que haya sido la mejor opción. De todas maneras mandar a Solana (Sierra) a cerrar una serie de la forma que lo hizo... Me parece una gran jugadora pero era su debut en Argentina, donde no es fácil jugar. Me parece que vi la serie desde otro lado; incluso creo que ninguna la vio como la capitana. Se la jugó de esa forma y nos fue como nos fue. Podía salir diferente pero era muy difícil. Claramente cuando lo comunicó dije: 'Pobre chica, espero que pueda jugar mañana'. Sé lo que es jugar por Argentina, sé lo que pesa. No es fácil. Es lindo jugar de local... Probablemente Solana en el futuro lo pueda hacer pero era su primera vez".

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