A modo de spoiler, el título del libro de bell hooks determina una postura política que incluye a todas las personas como sujetos del feminismo. Desencializa la vinculación del género y el feminismo (o el machismo), haciendo foco en la importancia de la toma de conciencia y la renuncia a los privilegios.

bell hooks desarma una idea muy instalada en Estados Unidos, y sin dudas en Argentina también, en la que se categoriza a las feministas como mujeres que odian a los hombres.

Este libro que se público en ingles en el año 2000, y se convirtió sin dudas en el trabajo con más repercusión de esta intelectual y activista afroestadounidense. El nombre bell hooks lo utilizó por primera vez a sus 26 años en homenaje a una abuela para firmar un poema que publicó en 1978. Siempre explicaba que escribía su nombre en minúscula porque lo más importante era la obra y no quien la producía. Hoy a casi un año de su fallecimiento su obra perdura y crece, siendo "El feminismo es para todo el mundo" su libro más vendido.

El éxito se debe a que es un manual de un feminismo que teoriza experiencias y genera herramientas concretas de transformación, con una mirada puesta en la liberación. Los 19 capítulos recorren los inicios de la lucha feminista de las mujeres negras por la emancipación en los Estados Unidos, y la denuncia del racismo del feminismo blanco-burgues; hasta la reflexión sobre las dinámicas domésticas bajo la violencia patriarcal como matriz que afecta a todos los sujetos y, en especial, a los niños y a las niñas.

bell hooks explica que, si un hombre renuncia a sus privilegios y genera un salto de conciencia feminista, es un importante aliado para la lucha y la transformación. En cambio, una mujer blanca "y de clase burguesa" que oprime a mujeres empobrecidas, significa una aliada del poder hegemónico patriarcal-sexista, y una reproductora del racismo estructural.

La invitación es a pensar estas relaciones en clave local y como nos paramos frente a este fenómeno. Si bien no puede pensarse una única forma de feminismo (por las diferencias de raza, género y clase), es necesario tomar conciencia de dichas opresiones, y construir herramientas para la transformación.