El lunes al mediodía se presentó la temporada 2023 del Teatro Colón. En una reunión con periodistas, productores y actores de reparto que se realizó en el escenario mismo del gran teatro, el Director General y Artístico, Jorge Telerman, anunció los puntos salientes de lo que ofrecerá el año que viene la gran fábrica lírica argentina. “Planteamos una temporada con la idea de sostener una actividad que vaya de la tradición a la innovación, sin dejar de pensar en la necesidad de acercarnos a público nuevos”, dijo Telerman en la apertura del acto, en el que estuvo presente también el Ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro.

Once títulos líricos, cinco ballets y veinte conciertos del Ciclo de Abono de la Orquesta Filarmónica apuntalan una propuesta ambiciosa y equilibrada, que incluirá además el Festival Argerich, un Festival Rachmaninov, ciclos dedicados a la música barroca y la contemporánea, la serie “Grandes intérpretes”, y una serie de conciertos extraordinarios. Entre los nombres internacionales más atractivos de la programación que se extenderá entre marzo y diciembre del próximo año, están los pianistas Martha Argerich, Maria João Pires, András Schiff y Nelson Goerner; los cantantes Bryn Terfel, Anna Netrebko, Elina Garanča, Yusif Eyvazov, Erwin Schrott, Sonya Yoncheva y Vittorio Grigolo; los primeros bailarines Natalia Osipova, Roberto Bolle, Marianela Nuñez; el director Charles Dutoit; el trompetista Sergei Nakariakov, el violinista Maxim Vengerov, el violoncellista Mario Brunello y los compositores Giovanni Sollima y Martín Matalón, entre otros.

András Schiff (imagen: Arnaldo Colombaroli)
Exponiendo los lineamientos de la temporada próxima, Telerman habló de un teatro “situado en su época”, capaz de aportar con su propuesta a las grandes discusiones de estos tiempos. “Afianzar nuestro sentido crítico con la ayuda del arte nos hace mejores”, dijo el funcionario y aseguró que esta propuesta del Colón, tiene que ver con una reflexión sobre el bien y el mal a partir de la figura de Fausto. “No desde un punto de vista moralista, pero sí político”, aclaró. Más allá de los reflejos fáusticos que hasta el mejor intencionado de los discursos encierra, es evidente que esta programación para el Teatro Colón presenta cierta coherencia que desde hacía años no se veía. Y varias novedades. La más evidente tiene que ver con cierta apertura estética y estilística respecto a los últimos años.

Habrá música contemporánea no solamente en los ciclos especializados –formas elegantes de ghetización– sino naturalmente integradas, por ejemplo, al abono de la Filarmónica, que equilibrará la propuesta de los inoxidables de siempre alternando obras, entre otros, de Osvaldo Golijov, Luigi Nono, Giya Kancheli, Marta Lambertini, Hans Werner Henze, Silvestre Revueltas, Clarice Assad y Gerardo Gandini. A diez años de la muerte del gran pianista y compositor argentino, el Colón propondrá “Foco Gandini”, una serie que propondrá la puesta en escena de la ópera La ciudad ausente (diciembre), el rescate de sus colaboraciones con Fito Páez (octubre) y un homenaje en el CETC con obras especialmente encargadas y la dirección musical de Haydée Schvartz.

Otra novedad, que juega con los impactos que Telerman quiere imprimir a su gestión, tiene que ver con la apertura de la temporada. Será fuera de las paredes del Colón, entre el 7 y el 12 de marzo, con un evento grandioso en el predio de la Sociedad Rural: Resurrección se llama el espectáculo del director teatral italiano Romeo Castellucci, presentado en la última edición del Festival Aix en Provence. Se trata de una imponente puesta en escena de la Sinfonía nº2 de Gustav Mahler –conocida como “Resurrección”, justamente–, que contará con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Charles Dutoit, con Jaquelina Livieri y Guadalupe Barrientos como solistas. “Será también un homenaje del Colón a los 40 años de recuperación de la democracia”, dice Telerman. Un gesto significativo, teniendo en cuenta que en un espacio como el de la Sociedad Rural tantas veces se despreció a la democracia.

 Charles Dutoit (imagen: Arnaldo Colombaroli)
 

Resurrección marcará también el inicio del ciclo “Divina Italia”, un aporte consistente a la programación del Colón, que a llega través de la Embajada de Italia en la Argentina y el Istituto Italiano di Cultura de Buenos Aires. La propuesta italiana atravesará los distintos ámbitos de la temporada. En la ópera, abrirá la temporada oficial con Fausto, de Charles Gounod (marzo), a lo que sumará Il turco in Italia, de Rossini, (septiembre); La viuda alegre, de Franz Lehár (entre septiembre y octubre) y Madama Butterfly, de Giacomo Puccini (noviembre). La temporada de ballet incluirá la puesta de Caravaggio, con la coreografía de Mauro Bigonzetti y la dirección musical de Bruno Moretti (entre mayo y junio). El Abono de la Filarmónica recibirá a los violoncellistas Mario Brunello y Giovanni Solima, que interpretarán música del mismo Solima con la dirección de Valentina Peleggi. El Divertimento Ensamble, dirigido por Sandro Gorli, será parte de la propuesta del CETC con tres conciertos dedicados a obras de compositores italianos (septiembre).

De los once títulos de la temporada lírica, seguramente entre lo más interesante está una nueva producción de La carrera del libertino, de Igor Stravinsky, con dirección musical de Charles Dutoit y la puesta en escena de Alfredo Arias (julio). También la versión de Barrie Kosky de La flauta mágica, de Mozart, será parte de la serie, con la dirección musical de Marcelo Ayub y la soprano Verónica Cangemi (junio). En un arresto de optimismo, la programación incluye como ópera a las versiones en concierto de Anna Bolena, del inefable Donizetti (junio), e Il Trovatore, de Verdi (agosto). Esta última contará con las participaciones de la soprano Anna Netrebko, el barítono Fabian Veloz y el tenor Yusif Eyvazov. Completan el ciclo de ópera dos títulos que formarán parte del abono contemporáneo: el estreno latinoamericano de Einstein en la Playa, de Philip Glass y Bob Wilson, y la instalación/ópera/performace Sun & Sea. Ambas tendrán lugar en el Colón Fábrica, en La Boca. En el Teatro Coliseo, encontrará su espacio el ciclo La ópera de cámara, que entre las novedades anuncia El que dice sí, con música de Kurt Weill y El que dice no, reversión de Martín Matalón (septiembre), y el oratorio La humanidad y Lucifer, de Alessandro Scarlatti (noviembre).

El CETC ofrecerá #Cibor6, un proyecto coreográfico de Florencia Gleizer junto al colectivo de iluminación no convencional Fluxlian (abril); Gestos en el agua, de Alina Marinelli (mayo), y Scarecrow, un cine-concierto de Martín Matalon (junio). Por su parte, el Ciclo Contemporáneo presentará al Ensemble Modern, de Alemania (mayo), Le Voci Sottovetro, de Salvatore Sciarrino (junio) y 100 Cymbals de Ryoji Ikeda (octubre). El Ciclo Barroco contará con la participación de Cappella Gabetta Consort, la mezzosoprano Vivica Genaux y el sopranista Bruno de Sá, el Ensemble Matheus junto al violinista y director Jean-Christophe Spinosi, y el ensamble Cappella Mediterranea. Con “Conciertos extraordinarios”, el Colón homenajeará a Luis Alberto Spinetta, a 50 años de Artaud.

 

La “Novena” de Beethoven, el 16 de diciembre, marcará el cierre de una temporada, que irá “De la Resurrección a la alegría”, sintetiza Telerman. 

Jorge Telerman (imagen: Juan José Bruzza)