Ante lo que se anticipa como una temporada récord por el auge del turismo interno, con epicentro en la costa atlántica bonaerense, la empresa pública Corredores Viales amplió su flota de móviles de seguridad vial y reforzó así su presencia en rutas y autopistas nacionales, que se complementarán con el ya tradicional Operativo Sol. También aumentará la cantidad de personal que realizará tareas de prevención, de cara al pico de circulación estival.

“La tendencia mundial es que el cobro de peaje se automatiza gradualmente. Frente a esta realidad, algunas empresas achican su dotación. Nosotros decidimos, en vez de despedir, reconvertir a esos trabajadores, para que realicen tareas más calificadas. Por eso invertimos mucho también en capacitación”, sostuvo Gonzalo Atanasof, consultado por Buenos Aires/12. La empresa cuenta en la actualidad con 650 trabajadores destinados a tareas de seguridad, de los cuales el 12 por ciento ya son mujeres, que se desempeñaban antes como cajeras. Al inicio de la gestión, no había ninguna.

La presentación de los móviles recién adquiridos se realizó en el peaje de la autopista Riccheri a la altura del peaje del Mercado Central, en la localidad matancera de Tapiales, con la participación del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y el titular de Corredores Viales. Con una inversión de 274.931.218 pesos sumó ahora 26 furgones nuevos totalmente equipados a una flota que hoy llega a los 86 móviles. Parte de estos móviles se destinará a tareas en las autopistas Ezeiza- Cañuelas, Riccheri y las rutas nacionales 9, 7, 3, 205 y 226, que recorren el territorio bonaerense.

Una furgoneta, en este caso Ford Transit y Citroen Jumper, ronda los 8 millones de pesos, pero a eso hay que sumarle entre 2 y 3 millones más de equipamiento. Cada móvil está equipado con un grupo electrógeno, matafuegos, cinta de peligro, conos con reflectivo de de 120cc, bastones lumínicos LEDs, bengala vial, polvo absorbente mineral, palas ancha, pala de punta, hacha para parabrisas, crique carrito y botella, escobillón, matafuegos, cinta de peligro, y grupo electrógeno. También cuentan con tótems móviles detectores de velocidad, para que los y las conductoras adviertan cuando superan las máximas permitidas por ejemplo. El proceso se complementa con las capacitaciones específicas que reciben los trabajadores.

Desde principios de año, se vienen realizando capacitaciones, en grupos de a diez, tanto para el trabajo del banderillero, como de manejo seguro de tránsito de peaje, comunicación efectiva, manejo defensivo, manejo de sustancias peligrosas y solución de contingencias asociados al control de tránsito. También se capacitan en manejo de grúa de asistencia vial, uso y operación, carga, descarga y traslado seguro de vehículo y resucitación cardio pulmonar (RCP). En el nivel inicial, los nuevos agentes que ingresan a la seguridad vial se forman en principios básicos de señalización, conducción segura, conocimiento de la ley nacional de tránsito, procedimientos de señalización, solución de contingencias.

“Aunque evidentemente pasar de maestranza a caja o de caja a seguridad vial implica una mejora en las condiciones laborales, los procesos de profesionalización y pases de un sector a otro son consensuados con los sindicatos. El otro gran avance reciente es la digitalización. Todo lo que se hacía en papel, hoy se resuelve con una aplicación”, cuenta Carlos Montiver, coordinador de seguridad vial del tramo de la ruta 9 que une Campana y Córdoba.

Los fines de semana de noviembre, 2.5 millones de vehículos pasaron por la autopista Buenos Aires - Rosario, 700 mil por la ruta 7 a la altura de Luján y más de 7 millones por las autopistas Riccheri y Ezeiza Cañuelas. Aunque el pico suele darse en las fiestas, la circulación ya aumentó y la empresa pública ajusta los detalles para maximizar tareas de prevención y reducir riesgo.