Ni Una Menos es el casillero número 28    –la meta final– para quien gana entre dados, cartas y fichas de colores el juego “Viajando a través de los géneros”. Una clase de Educación Sexual Integral, charlar en un pic- nic en familia o hacer un taller entre jóvenes no tiene por qué ser solemne o aburrido. Se puede soplar para que salga el seis en el dado o elegir entre fichas rojas, verdes, azules y naranjas para avanzar casilleros como si se tratara de “Preguntados” o “El Juego de la Oca”. Pero, en este caso, podés perder un turno si sos una joven argentina con deseo de ser médica y la Facultad de Medicina rechaza tu inscripción por ser mujer. Y también te quedás si sos una nena y en la escuela te enseñan Economía doméstica, bordado y puericultura. Los chicos, en cambio, siguen en carrera porque aprenden matemáticas y ciencias. Si solo los varones avanzan con más ventajas, a lo largo de la historia, no es que se perpetúe la inequidad sino que se reflexiona sobre cómo ser varón tiene sus privilegios. Y si se cae en el casillero 25 se avanza tres puestos en festejo por el avance del matrimonio igualitario.
“Viajando A Través De Los Géneros”  es un juego de mesa cuyo propósito es que lxs participantes se acerquen a los procesos históricos que construyeron la idea de qué es ser mujer y qué es ser varón en nuestra sociedad. “Es una herramienta didáctica, creada por Verónica Seara, para que coordinadores y coordinadoras de grupos, docentes y profesionales de la salud que trabajen con jóvenes y adultos favorezcan la reflexión sobre las prácticas culturales de género”, resalta la socióloga Silvia Kremenchutzky, directora ejecutiva de Crisol Proyectos Sociales, especializada en programas de juventud, educación y organizaciones campesinas. A reinventar el tablero y llenar con colores las tardes de juegos.


Más información: 5239-8262.
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