Agrupaciones de vecinos porteños realizarán esta tarde una concentración en Parque Lezama para denunciar las consecuencias perjudiciales que están sufriendo por el Plan de Renovación del Casco Histórico que lleva adelante el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. La manifestación “En defensa del Casco Histórico” se realizará a partir de las 19 en el parque ubicado en el barrio de San Telmo, en el límite con La Boca.

Los organizadores advirtieron que la ejecución del Plan de Renovación del Casco Histórico "avanza sin pausa y ya estamos viviendo las consecuencias perjudiciales para los vecinos y comerciantes”.

En ese sentido, destacaron el "descontrol del uso del espacio público en pos del Polo Gastronómico", alertaron sobre "la peligrosidad de los bolardos" y expresaron "preocupación por las condiciones de inseguridad del Mercado de San Telmo".

Además, indicaron que "al retirar los colectivos de nuestras calles nos dejan de a pie. Pedimos devuelvan o un transporte público alternativo para personas con movilidad reducida, escuelas de ciegos, adultos mayores".

Respecto a las obras de la calle Perú, aseguraron que "romper el pavimento de hormigón a través del empleo de máquinas percutoras hace peligrar la estabilidad de edificios existentes".

Esta concentración se suma a un “semaforazo” que realizarán esta tarde vecinos de Villa del Parque, Santa Rita y otros barrios aledaños "al Poder Ejecutivo y Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires el freno al aumento de la capacidad constructiva” en esas zonas. 

La protesta se realizará a partir de las 18.30 en Avenida Francisco Beiró y Cuenca. 

"En el año 2018 entró en vigencia el Nuevo Código Urbanístico para la Ciudad de Buenos Aires que trajo como consecuencia los reiterados cortes de luz que se vienen aconteciendo a razón de las edificaciones en altura en Villa del Parque y Santa Rita, que ha generado además baja o nula presión de agua, disminución de suelo absorbente privado, la tala indiscriminada de árboles y la reducción de superficie verde/habitante", advirtieron las asociaciones vecinales. 

También mencionaron la "destrucción de las identidades barriales características de casas bajas, la demolición de patrimonio histórico, y el deterioro en la calidad del aire que respiramos, contaminación visual y sonora".