"Se comprometió a intentar conversar con Parques Nacionales y a que se detenga el juicio para llegar a una mesa de diálogo, admitió que no se puede tener presas a personas acusadas de un delito excarcelable como es el de usurpación, y se comprometió a que sigamos conversando", dijo Soraya Maicoño al salir de la Casa Rosada y sintetiza con estas palabras el encuentro con el presidente Alberto Fernández, que recibió a una delegación de referentes mapuches tehuelches de tres provincias patagónicas, mientras el sol furioso del atardecer refleja sobre el trarilonco de plata que lleva en su cabeza. El Presidente recibió la delegación junto al secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti y el titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Alejandro Marmoni. En Gobierno señalaron que el Presidente le pidió a Pietragalla que convoque a una mesa de diálogo en un plazo máximo de 10 días y luego, en el término de dos meses, mantener un nuevo encuentro en Casa de Gobierno.

Una decena de líderes y voceras acudió con sus reclamos, la liberación de las mujeres de la Lof Lafken Winkul Mapu detenidas en Bariloche y la desmilitarización del territorio. "Quedamos en volver a vernos acá en dos meses para seguir intentando resolver el conflicto histórico que tiene el pueblo mapuche con el estado argentino, y algo muy importante: pidió que no haya más violencia, y nosotros le pedimos lo mismo porque la sufrimos desde hace más de 150 años", agrega.

Maicoño destaca que "es la primera vez que un Presidente recibe a representantes de comunidades autónomas". También le solicitaron la disolución del Comando Unificado de fuerzas federales (Prefectura, Gendarmería Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal) creado para el operativo de desalojo de la comunidad mapuche de Villa Mascardi, la misma a la cual pertenecen las mujeres detenidas que la semana próxima serán enjuiciadas por usurpación. "Nos dijo que no le puede cambiar el nombre, entonces le respondimos que no importa el nombre que le ponga, pero que no lo queremos", fue la respuesta del grupo. En ese momento, Alberto Fernández mencionó que esas fuerzas represivas no habían utilizado balas de plomo porque él no quería tener otro Rafa Nahuel, el alusión al joven mapuche asesinado por la Prefectura en esa misma comunidad en 2017. "De suerte aún no hubo otro Rafa Nahuel, veremos si cumple, si habla con la jueza y si en lugar de un juicio volvemos a la mesa de diálogo", completó la vocera. Hubo partes de la reunión en mapuzungun con traducción.

“Ustedes cuentan con un gobierno que los recibe con su propia cultura, su identidad, como hermanos que somos”, les dijo Alberto Fernández y los convocó a “dialogar”.

Cuando el Presidente les explicó que el Poder Ejecutivo no podía interceder en una causa judicial donde están detenidas Luciana Jaramillo, Betiana Colhuan, Romina Rosas y Celeste Guenumil, les referentes le dijeron que lo sabían pero que sí, por ejemplo, desmilitarizar la zona de Parques Nacionales.

Mientras Maicoño y María Nahuel hablaban con los medios en Plaza de Mayo, y se disponían a ser "acuerpadas" por el grupo Feministas de Abya Yala, Página/12 conversó con Orlando Carriqueo, coordinador del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro. "Hubo un compromiso de avanzar con una nueva mesa de diálogo, que sería convocada en los próximos días para resolver el problema por la tierra con Parques Nacionales y otros conflictos", indicó Carriqueo. "El Presidente dijo que nadie había portado armas en el desalojo de Villa Mascardi, le mostramos fotos y María Nahuel le contó que hubo persecusión a los chicos con disparos y perros; entonces dijo que había sido una decisión del Ministerio de Seguridad y no suya", agregó. "Dijo que él no era un rey, que hay cosas que no puede solucionar, se sorprendió que una causa por usurpación termine con prisión preventiva", completó Carriqueo.