La Asociación de Mujeres Penalistas de Argentina (AMPA) que interviene ad honorem en la causa que condenó en 2017 a Sofía Beltramello (33) por el homicidio del pediatra Ignacio Burchakchi, consiguió que la joven pueda pasar unas horas en Navidad con su familia. Mariana Barbita, la abogada de la Asociación que la representa sostiene la inocencia de Sofía y destacó el fallo del Juzgado de Ejecución Penal por haber incorporado la perspectiva de género.

La petición fue realizada por las abogadas Barbitta y Ana Laura Frías. El permiso fue otorgado y comunicado ayer por la jueza Elizabeth Cabanillas, y establece que Sofía podrá estar con su abuela, su madre y su hijo desde las 19 hasta las 21 del día 24 de diciembre. Para esto el Servicio Penitenciario deberá realizar una “permanente, reforzada y segura custodia de la joven”.

Desde AMPA, que preside Barbitta, destacaron la medida: "La Justicia en general, lamentablemente no analiza los casos ni aplica la legislación con perspectiva de género, ni tiene en cuenta los derechos inalienables de las personas que han sido condenadas, como son los derechos de peticionar ante una autoridad y el derecho a la dignidad humana”, expresaron.

“Estamos muy contentas, esta resolución es una demostración ejemplar de cómo debe trabajar la Justicia respetando siempre los derechos y garantías de las personas, inclusive si han sido condenadas. Quienes se encuentran privados y privadas de la libertad, de acuerdo con la legislación nacional e internacional, en particular aquella que tiene que ver con la aplicación de la perspectiva de género, tienen derecho a resocializarse, a mantener los vínculos con el mundo exterior y, en este caso en particular, el derecho de un hijo a estar con su madre”, explicó Barbitta.

Situación

El AMPA comenzó a intervenir el año pasado en el caso de Sofía. Lo primero que se hizo fue pedir la prisión domiciliaria y que ella tenga un monitoreo electrónico. Entre los argumentos, el primero que mencionaron fue el deseo de Sofía de estudiar y trabajar (ella estudia Derecho dentro del correccional).

Para las mujeres abogadas, Sofía fue privada de sus derechos porque su abogado de entonces no cumplió con comunicarles un fallo de la Corte de Justicia y de esta manera perdió la oportunidad de realizar un recurso Federal. “Sofía atraviesa una situación de vulnerabilidad estructural por ser una mujer privada de su libertad hace casi 8 años (desde abril del año 2015), condenada por un hecho que no cometió. Además, tiene tres personas a su cargo: su abuela de 78 años, su hijo de 17 años y a su madre, quien tiene un 70% de discapacidad”, dijo la abogada.

El caso

En 2017, el tribunal de la Cámara Penal N°1 compuesto por los jueces Carlos Roselló, Fernando Esteban y el subrogante Fabricio Gershani Quesada, condenó a los primos Sofía y Marcos Beltramello a la pena de prisión perpetua por "homicidio criminis y causae" y "robo calificado por el uso de arma", por la muerte del pediatra Burchakchi, ocurrida en 2015. Los jueces entendieron que ambos acusados tuvieron la misma culpabilidad en el crimen, pese a que en su declaración, Marcos había confesado su responsabilidad en el hecho.

Durante el juicio se conocieron detalles del caso que no fueron analizados. Las tías de la acusada fueron las primeras en revelar que el pediatra “mantenía una relación” con ella desde que era una niña de 13 años.

Pero fue Sofía, en su declaración y en medio del llanto quien relató: "Lo conozco desde que tengo uso de razón. Cuando tenía 12 o 13 él iba a casa de mi abuela y me decía que yo era su chiquita, su princesa y me dejaba plata para la escuela. Cuando mi mamá no veía me daba besos en la boca", detalló para luego contar que su primera vez fue con él a sus 13 años.

Contó que aquel día "Me dijo que fuera a su casa que tenía un regalo. Cuando llegué estaba solo. Me llevó a su dormitorio y me hizo cerrar los ojos y cuando los abrí vi un par de patines. Le dije gracias. Él empezó a tocarme los pechos. Yo no sentí que abusara de mí. Me dijo que me ponga más cómoda y que no sienta vergüenza de él. Después de esa primera vez lo vi dos veces más".

A partir de sus 16 años, Burchakchi, quien estaba casado, volvió a buscarla e inició una relación con ella que se basaba en celos, manipulación, cachetadas y dinero, según cuenta Sofía. Aseguró que el pediatra le daba regalos siempre y que incluso le compró su primer auto a sus 19. Dijo que no le permitía tener amigos, y que lógicamente el trato con ella, en cuanto a dinero y regalos, era diferente al que el médico mantenía con sus hermanas.

Según su relato, el día del homicidio, el médico la había invitado “convenciéndola” una vez más con cosas materiales que, en este caso, eran electrodomésticos que le había comprado para el nuevo departamento que él le alquilaría. "Empezó a insistir que deje a mi novio. Me pegó una cachetada y me tomó del cuello”, contó entonces.

Su primo Marcos, a quien, según declaró, el pediatra le recetaba y daba las pastillas para que se drogue, había ido con ella para ayudar a cargar los electrodomésticos. Sofía relató que al ver que el médico la agredía porque ella se negaba a sus deseos, “se descontroló cuando vio que yo empecé a llorar. Pelearon y se fueron adentro. Cuando Marcos me llamó solo seguimos cargando las cosas. Él estaba sacado y tenía sangre en la mano". La joven siempre aseguró que nunca vio al médico muerto.