El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario y el grueso del gabinete bonaerense rechazó este domingo el intento de golpe de Estado producido en Brasil cuando manifestantes ultraderechistas intentaron tomar violentamente las sedes del Congreso, el Palacio de Planalto y la Corte Suprema.

Sumandose a los repudios que llegaron de todas partes del mundo, el mandatario definió lo sucedido como un “cobarde ataque golpista contra la democracia y contra el triunfo de Lula” y manifestó su “apoyo total al pueblo brasileño y al gobierno elegido por el voto popular”.

A lo largo de toda la región, el mismo espectáculo: una derecha violenta que ataca la democracia, que ataca los derechos, enemiga de la voluntad popular y absolutamente intoxicada de odio”, siguió Kicillof en el hilo de Twitter publicado al caer la tarde noche del domingo. “Hace pocos meses intentaron asesinar a Cristina Kirchner, ahora asistimos a esta aberrante invasión a las instituciones de la democracia de Brasil. Quienes llevan años mintiendo, estigmatizando, incubando el odio son tan responsables de estos actos golpistas como quienes están allí”, aseguró el bonaerense.

“En Estados Unidos, en Brasil, en Bolivia, en Argentina, las caras de la derecha cambian pero el proyecto es el mismo: sostener privilegios, destruir derechos, destruir al Estado, hipotecar el futuro. Cuando gobiernan, aplican programas de ajuste y exclusión. Cuando son oposición, obstaculizan la construcción de la igualdad y la justicia. En ambos casos fabrican mentiras y predican el odio, la furia y el rencor como metodología”, señaló el mandatario, que cerró su intervención con una idea que viene ganando terreno en sus análisis coyunturales a nivel general: “La opción es clara: la derecha o los derechos”. “Nosotros vamos a seguir defendiendo la democracia, la paz y los derechos de las mayorías”, afirmó en un mensaje que fue compartido por la mayoría de la direigencia del Frente de Todos bonaerense, entre ellos funcionarios los ministros Andrés Larroque y Walter Correa.

En el ámbito provincial también se pronunció la vicegobernadora Verónica Magario, que al repudiar la toma del Congreso Nacional, manifestó su apoyo a Luiz Inacio Lula Da Silva, del mismo modo que lo hicieron los demás funcionarios del gabinete provincial como el Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez; la de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual Estela Díaz; y el ministro de de Salud, Nicolás Krepalk, entre otros. “Debemos defender y garantizar la democracia en toda Latinoamérica”, escribió Magario en Twitter.

Los bloques de diputados y senadores del Frente de Todos, por su parte, también manifestaron su apoyo al Preside de Brasil, al que también se sumaron algunos referentes opositores, como por ejemplo, el diputado provincial y presidente del comité provincial de la UCR, Maximiliano Abad. “El respeto a las instituciones republicanas tiene que estar por encima de todo”, escribió el radical ante las imágenes que llegaban desde el país vecino y que definió como “hechos que ponen en peligro a la democracia”. El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, fue otro de los que se manifestó via Twitter al expresar su "rechazo total a cualquier intento de golpe institucional en Brasil". "Debemos defender el sistema democrático, pues la libertad de elección es uno de sus pilares fundamentales" , aseguró. 

Institucionalmente, tanto el PJ como la UCR de la Provincia de Buenos Aires emitieron comunicados rechazando el intento de golpe. Gobierno municipales, bloques de concejales y cuerpos parlamentarios de representaciones locales también sumaron su rechazo a lo sucedido en Brasil. 


Diego Santilli, precandidato a gobernador del PRO, dijo que lo sucedido en Brasil “es muy preocupante” y declamó que “la democracia y las instituciones republicanas se defienden siempre, en todo lugar y ante toda circunstancia”. “Sin democracia no hay libertad”, dijo Cristian Ritondo, uno de sus rivales en la interna, sumándose a los repudios generalizados tras lo ocurrido en Brasil.