Reversionar gráficamente la emblemática silla BKF (Bonet-Kurchan-Ferrari Hardoy) en pos de una causa solidaria fue la consigna de Esteban Bondone, director del Fondo de Cultura de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba. El convocó al diseñador Lucas López para poner en marcha la BKF Graphic. El resultado fueron más de cuarenta sillones recreados por diseñadores y artistas que jugaron desde con las más diversas tramas, dibujos con espátula y pincel, vectorizado digital y fotografía.
–¿Cómo surge el proyecto?
Lucas López:
–El proyecto solidario BKF Graphic surge a fines de agosto y tiene por objetivo la compra de instrumentos musicales destinados al programa de Orquestas Infantiles de Escuelas Públicas y Especiales de Córdoba. Se trata de reversionar en un espacio de treinta por cincuenta centímetros la funda del sillón BKF, por parte de un grupo de diseñadores y artistas argentinos. Para la selección me convocó Esteban Bondone a partir de la curaduría para Gen Diseño Argentino 2000-2015 que presenté en Tokio, a comienzos de 2016. Sin duda, Esteban es el verdadero artífice del proyecto, por compromiso y gestión.
–¿La BKF?
Esteban Bomdone: –Hay más razones de orden conceptual, como  ícono de  la modernidad,  su elementalidad, el concepto estructural y constructivo, su casi concepción de indumentaria (parece un vestido sobre una percha), el destino de uso y la gene tipo Bauhaus ‘para las masas del pueblo...’ , entre otras. Nuestro proyecto empezó con la  “Tripolina” en el 2015 que es madre de la BKF y la próxima podría ser la de Janello, la “W”, su nieta
–¿Es el primero solidario que nace en la Universidad de Córdoba y desde el diseño?
L.L.:
–El antecedente inmediato es la silla inglesa Tripolina, un proyecto solidario de 2015 que también organizó la universidad cuya subasta pública de cuarenta sillas intervenidas por artistas permitió sostener cinco orquestas infantiles de escuelas públicas y especiales. Este año, BKF Graphic además de artistas locales, amplió la convocatoria a diseñadores, quienes mostraron un gran interés. Como digo en el catálogo “a la luminosa oportunidad de intervenir la silla BKF, un paradigma del objeto moderno creado en 1939 por Antonio Bonet, Juan Kurchan y Jorge Ferrari Hardoy, los fines de la acción solidaria enaltecen al proyecto en su conjunto”. Creo que es una de las buenas razones por la cual la mayoría aceptó la invitación, además del arte sobre la lona de un BKF.
–¿Quiénes participaron ?
L.L.:
–Participaron, entre otros, Martín Laksman, Esteban Ibarra, Leandro Castelao, Laura Varsky, Ezequiel Cafaro, Max Rompo, Sael, Julián Manzelli, Vik Arrieta, Panco Sassano, Guillermo Vizzari y Yani Arabena, Ale Paul, Ariel Di Lisio, Claudio Márquez, Nasa, Marcos Acosta, Maria Finocchietti, Julia Romano, Pablo Bisio, María Cecilia Kalinowski, Marcelo Pellizo, Sarita Goldman, Margarita Nores, Manuel Pascual, Gabriel Orge, Romina Castiñeira, Teli Rezzonico, Adrián Manavella, Juan Canavesi, Lucas Jalowski, Marcelo Swinnen,  Cecilia Casenave, Roger Mantegani y Elian Chal. Las gráficas confluyen entre el juego de tramas vectorizadas (cruce de texturas, puntos y geometrías) al hiperrealismo fotográfico, del gesto medido y técnico de la tipografía a la operación decorativa. En cuanto a la técnica, se imprimió por sublimación sobre la tela. Cada silla es una pieza única, es decir que allí también reside su valor simbólico
–¿Ya están a la venta?
L.L.:
–Las sillas se encuentran a la venta desde mediados de octubre. Se expusieron en los jardines del Palacio Ferreyra, en Córdoba, durante una semana y se vendieron muy bien. Los fondos son directamente destinados por la Universidad a las respectivas instituciones evaluadas. Sólo quedan algunas que se venden de forma online.