Más de mil piezas del catálogo del Museo Metropolitano de Arte (MET) de Nueva York, entre ellas estatuas, frisos y objetos preciosos de India, Italia y Egipto, llegaron a la institución a partir de prácticas ilegales como saqueo y tráfico, según un trabajo difundido por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.

Al analizar el catálogo, los investigadores encontraron un total de 1.109 piezas -de las cuales menos de la mitad tienen registros que describen cómo salieron de su país de origen- que anteriormente pertenecían a personas acusadas o condenadas por delitos contra antigüedades o contra galerías. Actualmente, 309 de esas piezas están en exhibición, informó el periódico The Guardian.

Como ejemplo concreto, el medio mencionó que de un total de 250 objetos antiguos de Nepal y Cachemira solo tres tienen registros de origen.

La respuesta del MET

Tras la repercusión que tuvo la investigación, Ken Weine, un vocero del museo, dijo que el MET "está comprometido con el coleccionismo responsable de arte y hace todo lo posible para garantizar que todas las obras que ingresan a la colección cumplan con las leyes y las políticas estrictas vigentes en el momento de la adquisición".

"Además, como las leyes y las pautas sobre la recolección han cambiado con el tiempo, también lo han hecho las políticas y los procedimientos del museo. El Met también investiga continuamente la historia de las obras de la colección, a menudo en colaboración con colegas en países de todo el mundo, y tiene un largo historial de actuar sobre nueva información según corresponda", añadió, sin ratificar o rectificar la información periodística.

Numerosas denuncias

A lo largo de su historia, el MET recibió numerosas denuncias de apropiación de objetos. En algunos casos, la institución accedió a devolver las piezas, mientras que en otros ha sido la justicia la que las incautó, como actos de reparación por la violencia y el saqueo patrimonial.

Uno de los casos más resonantes y recientes es la denuncia de la comunidad de Bungamati, de Nepal, a la que un día le robaron de un santuario la estatua de Shreedhar Vishnu, el dios protector hindú. Una década después, la pieza apareció en exhibición en el MET, hasta que una cuenta de Facebook llamada Lost Arts of Nepal finalmente la identificó y ejecutó la denuncia.

"El Met marca la pauta para los museos de todo el mundo y si está dejando que todas estas cosas pasen desapercibidas, ¿qué esperanza tenemos para el resto del mercado del arte?", plantea Tess Davis, directora ejecutiva de la Coalición de Antigüedades, una organización que busca prevenir y concientizar sobre el saqueo de antigüedades.

El ataúd egipcio con el que posó Kim Kardashian

Otro episodio que tuvo gran repercusión ocurrió en 2018 cuando la empresaria e influencer Kim Kardashian publicó una foto junto a un ataúd egipcio dorado dentro de una galería privada en la Met Gala. Lo que no imaginaba Kardashian, que posó junto al sarcófago porque su vestido hacia juego con la pieza, es que su foto se convertiría en una pieza clave para resolver un misterio delictivo sobre una obra de más de 2000 años.

Resultó que el Met había comprado la pieza a un comerciante que le había proporcionado al museo una licencia de exportación mal falsificada. Una investigación de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan determinó que el ataúd efectivamente había sido saqueado de Egipto. A principios de 2019, el museo accedió a devolverlo.

El año pasado, en tanto, se repatriaron 27 piezas de la antigua Roma, Grecia y Egipto que habían sido saqueadas y formaban parte de la colección del MET y también regresaron a Camboya 30 artefactos vinculados a Douglas Latchford , un comerciante de antigüedades que fue acusado de liderar un red de tráfico ilegal de objetos.

En septiembre de 2021, las autoridades incautaron más de 100 piezas de uno de los donantes multimillonarios del museo, Michael Steinhardt. La acción fue parte de un acuerdo de enjuiciamiento diferido alcanzado entre Steinhardt y la oficina del fiscal de distrito e involucró algunas piezas que se habían exhibido en el museo neoyorquino.