Ayer hizo su presentación en sociedad la lista del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), y para acompañar el lanzamiento a gobernadora de la docente Daniela Planes, llegaron desde Buenos Aires sus dos principales referentes nacionales, los diputados y precandidatos a presidenta y vice, Myriam Bregman y Nicolás del Caño, acompañados por otro legislador nacional, el jujeño Alejandro Vilca.

El PTS, que a nivel nacional integra el Frente de Izquierda Unidad (FITU), no logró esta vez reagruparse en la provincia debido a desavenencias con el concejal de Orán, ex Partido Obrero y Política Obrera, y hoy en las filas del MST, Samuel Huerga, a quien Planes acusa de haber pactado con los concejales de otros partidos tradicionales para así llegar y sostenerse en la presidencia del Concejo Deliberante de esa ciudad.

Durante el acto de lanzamiento, Planes, acompañada por su compañera de fórmula, la también docente Verónica Tejerina, resaltó que son la única dupla femenina entre los 12 frentes y partidos que se presentaron, y que además esa lista está compuesta “por trabajadores y trabajadoras precarizados, activistas de los movimientos de mujeres que venimos de dar muchas peleas a nivel nacional y en la provincia”.

La candidata señaló que esa conformación es la más representativa de lo que es Salta hoy “en donde 9 de cada 10 trabajadores jóvenes lo hacen en situaciones de precariedad”, “tenemos el gran desafío de pelear en contra de los partidos tradicionales para revertir esa situación”, expresó.

Señaló que en los demás espacios políticos, como el frente Avancemos, “está lleno de panqueques que representan a los dueños”, “hay dos Saltas, la de los terratenientes, y la de los trabajadores”, añadió, y aseguró que ellas representan a los segundos, e intentarán desde la política partidaria revertir esa historia de dominación “para que gobiernen los trabajadores”.

“Peleamos por la educación pública, salarios dignos indexados de acuerdo a la inflación de manera automática, y para resolver problemas estructurales como el agua y el déficit habitacional a través de un plan de obras públicas que genere trabajo y que garantice derechos”, destacó entre sus principales propuestas.

“Nosotros peleamos todos los días, ponemos el cuerpo por transformar este sistema en donde el 30% de la comida que se produce todos los días se tira, mientras al lado se mueren niños y niñas de hambre, por defender a los y las trabajadoras que en pandemia quedó claro que somos los que movemos el mundo y que existimos, no como nos quieren hacer creer que ya no hay trabajadores. Entonces no me van a convencer que esto es a lo máximo que podemos aspirar en la vida”, expuso a su turno la pre candidata a presidenta por el FIT-U, Myriam Bregman.

Tenemos 40 años de posdictadura en donde previo a eso teníamos una pobreza del 4 o 5% y hoy estamos alrededor del 50%, entonces las elecciones son un gran momento para discutir eso, qué país y qué modelo queremos”, le dijo a este medio la diputada. También recordó que nunca utilizaron, ni ella ni sus compañeros, Del Caño y Vilca, “las bancas para hacer carrerismo personal”.

La candidata local recordó que ella misma fue convencional constituyente, y respetando lo acordado con miembros de otros partidos con los que habían integrado el FIT-U en aquel momento, cumplió un período y cedió su banca a un miembro del MST. “Fue la primera vez que se realizó y se respetó una rotación de banca”, destacó Planes.

Bregman, abogada en causas de delitos de lesa humanidad como la que investigó los cometidos contra el periodista Rodolfo Walsh y su hija, destacó entre risas ese “panquequismo” con el que se mueven políticos salteños ,“evidentemente hay una corporación política que se quiere preservar a sí misma y que va haciendo alianzas de ocasión”, declaró, y agregó que en esos contextos “no podés tener una idea ni un principio si vivís cambiando de bando”.

Para Bregman, el crecimiento de los discursos represivos y de derecha es una construcción, “como Milei, que es un títere del poder económico”, construido por esos sectores, ya que su discurso le sirve al sistema y a la “clase política dominante”, “porque es más fácil discutir con él, que pide más ajuste o vender órganos, que con la izquierda que pide más presupuesto para educación, más salario para los docentes y mejorar las condiciones de vida de las y los trabajadores”.

Por último, recordó el fuerte encontronazo que mantuvo en el Congreso durante el homenaje del 24 de marzo con la diputada libertaria negacionista Victoria Villarruel y repitió, como en ese momento que “hay mucha naturalización de esa derecha prepotente, represora y que quiere someter nuevamente a los trabajadores y trabajadoras”.

“Nunca nos olvidemos que el genocidio que ocurrió en la Argentina tuvo como principales víctimas a la clase trabajadora”, y parafraseando a Rodolfo Walsh en su carta a las Juntas “es miseria planificada”, “esas fueron las verdaderas razones del golpe, el sometimiento al Fondo (por el FMI), a las multinacionales y a la miseria, no se equivocaba Rodolfo”, culminó.