Horacio Rodríguez Larreta se jugó a unificar las elecciones internas a jefe de Gobierno porteño junto con las PASO nacionales y con un sistema de votación nunca usado antes. Esta expresión de “independencia” de la mano rectora de Mauricio Macri generó un cimbronazo que el PRO no logró evitar y mucho menos disimular. El expresidente reconoció que esto le provocó “una profunda desilusión”. María Eugenia Vidal endureció su discurso y habló de una "ambición personal" que deslegitima a JxC. Menos sentimental, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, acusó al jefe de gobierno porteño de "manipular las reglas electorales".
Los únicos contentos fueron los radicales que festejaron el anuncio porque consideran que la decisión beneficia al candidato de la UCR, Martín Lousteau. Elisa Carrió también se congratuló y respaldó a Larreta. Lo cierto es que la pelea recién comienza y poco se sabe de cuánto afectará o no a la perfomance electoral de Juntos por el Cambio y el futuro de los candidatos que Larreta apoya tanto en su distrito como en la provincia de Buenos Aires.
El jefe de Gobierno anunció que las elecciones, tanto internas como generales, se harán en las mismas fechas que indica el cronograma electoral nacional, pero con otro sistema de votación (por voto electrónico) que implicará que los cargos nacionales y porteños se votarán por separado.
Macri sabía de esa posibilidad y había intentado acorralar a Larreta con una serie de declaraciones públicas el domingo en que le se oponía a este sistema de votación y sostenía que era un cambio en las reglas electorales, algo muy poco PRO. Desde el larretismo, ya le habían recordado que él cambió las reglas en 2019 para juntar las elecciones porteñas con las nacionales, en beneficio propio. Ante ese escenario, Larreta tenía dos opciones: ceder ante Macri y quedar como un "candidato títere" o romper con su antiguo líder. Optó por esta última.
Ruptura concurrente
En el mensaje que transmitió por las redes sociales recordó que la fecha y el modo de votación son potestades del jefe de Gobierno. "Quiero contarles que tomé la decisión de que los porteños votemos el mismo día que se vota en las elecciones nacionales. O sea, el 13 de agosto las PASO, el 22 de octubre las generales y el 19 de noviembre el balotaje, si lo hubiese. Esto evita que los porteños tengamos que ir a votar hasta seis veces en el año", afirmó. "Lo vamos a hacer con boleta única electrónica, que es un sistema más ágil, más sencillo, más transparente y es una bandera del PRO que inició Mauricio en la Ciudad en el 2015", le recordó al expresidente, que ahora se opone a usar ese sistema de votación. Larreta también le hizo hacer memoria sobre cómo había intentado imponer el voto electrónico a nivel nacional. Tuvo la gentileza de olvidar que no lo consiguió, por falta de votos. Tampoco le convenía recordar mucho ese debate, donde se expusieron las serias debilidades de un sistema de voto electrónico.
Lo cierto es que las personas que vayan a votar en la Ciudad se encontrarán con dos sistemas: uno con boleta sábana y sobre para los cargos nacionales y otro con una pantalla táctil para los cargos porteños. Y habrá que votar con ambos.
"La boleta electrónica, además, nos permite que la discusión de las propuestas y los proyectos de cada candidato se enfoque en los vecinos y en las oportunidades de cada barrio de la Ciudad", planteó como una forma de defender la separación de las elecciones. Y dijo que se iba a elegir el candidato del PRO, aunque en el Gobierno porteño está todo en duda: incluso que haya un solo candidato del PRO.
Tras el mensaje, Larreta tuvo un encuentro con su ministro de Gobierno, Jorge Macri, quien será el encargado de organizar la elección y se había pronunciado en contra. Es, además, el candidato que el expresidente quiere imponer para el distrito. Se juntaron una hora en el Teatro Colón. Solo dijeron que fue una "buena reunión". En tanto, los dos candidatos a jefe de Gobierno del larretismo, Soledad Acuña y Fernán Quirós, salieron a defender la decisión.
Cascotazos PRO
Los dirigentes del PRO que responden a Macri (además del propio expresidente) no dudaron en cuestionar la decisión de Larreta casi en términos morales. "El PRO y el JxC que le prometimos a los argentinos no es este. No hay ambición personal que pueda estar por encima de nuestros valores y del equipo. Somos el cambio o no somos nada", le lanzó Vidal, hasta hace no tanto aliada de Larreta y ahora espalda con espalda con Macri.
El expresidente retuiteó a Vidal y agregó: "Coincido con María Eugenia. Qué profunda desilusión". Macri, evidentemente, sabía de la decisión de Larreta y por eso comenzó a presionarlo el domingo, cuando dijo que Larreta jamás haría una cosa así porque iba contra los valores del PRO. La pregunta es, ¿para qué? ¿para evidenciar la ruptura y hacerle pagar un costo político? ¿O se está preparando Macri para anunciar que respalda públicamente a otra candidata, que sí representa los valores del PRO?
Quien busca ese favor del expresidente es Patricia Bullrich, que desempolvó un video donde se lo escucha a Larreta decir que cambiar las reglas en pleno año electoral es hacer trampa: "La coherencia y la convicción son los valores que defendemos. Por eso: “Está mal cambiar las reglas. Es hacer trampa”, como dijo Horacio Rodríguez Larreta. Hoy, él manipuló las reglas electorales en la ciudad de Buenos Aires a cuatro meses de las elecciones. Esta decisión es un despilfarro. Nosotros seguimos por el camino de los valores. Conmigo, estas cosas no van a pasar", le contestó.
Desde el larretismo, le respondieron que no cambiaron las reglas electorales, porque la posibilidad de hacer elecciones concurrentes ya figuraba en las leyes actuales.
A los críticos se sumó el jefe del bloque en Diputados, Cristian Ritondo, quien le apuntó a Larreta: "Cambiar las reglas de juego a último momento va en contra de los principios que siempre defendimos con el PRO. No está bien".
Aliados a favor
Si los principales dirigentes del PRO lo castigaron a Larreta por esta decisión, tanto los radicales como Elisa Carrió lo respaldaron. Esto solo alimenta la teoría de Bullrich de que Larreta ya cerró un acuerdo para que Lousteau sea el próximo jefe de Gobierno.
La UCR celebró la decisión en un comunicado de su Comité Nacional (no del porteño). Su titular, Gerardo Morales, dijo: "La boleta única electrónica beneficia a los ciudadanos de CABA, garantiza transparencia y respeta el Código Electoral. Además, está en línea con la definición de Juntos por el Cambio de impulsar la boleta única a nivel nacional". También Julio Cobos y otros referentes del radicalismo respaldaron a Larreta. Entre ellos, Lousteau: "Horacio tomó una decisión que cumple con la ley electoral de la Ciudad: defiende las instituciones, la autonomía porteña y aporta transparencia". Algunos le recordaron que, en otros tiempos, había planteado dudas sobre el voto electrónico. También apoyó a Larreta el socialista Roy Cortina.
Carrió envió a sus principales dirigentes a expresar su respaldo. El titular de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, escribió: "Defender el cambio significa no cambiar las reglas del juego. Pertenecer a un espacio democrático tiene por ley inobjetable, cumplir la ley. Luchamos muchos años contra los males de la boleta en papel, las listas sábana, las colectoras, los robos en el cuarto oscuro. La boleta única es una herramienta que da mayores garantías al proceso electoral, ir contra eso es ir contra todos los principios que defendemos". Es decir, acuso a Macri y compañía de ser los que estaban vulnerando los valores.
¿Cómo queda Juntos por el Cambio después de esto? ¿Y el PRO? Nadie se animaba a pronosticar un escenario futuro. Quedó claro que se consolidaron dos bloques: Larreta con la UCR y Carrió de un lado, y Macri-Bullrich-Vidal del otro.