El gobierno porteño confirmó que a partir del próximo mes se abrirá un nuevo capítulo en la corta pero intensa historia de represión de la Policía de la Ciudad: el uso de las cuestionadas pistolas Táser. Para esto, en los próximos días recibirá nuevas armas de ese tipo que se sumarán a las que estaban retenidas por ley.

Quien hizo el anuncio de este nuevo logro de la administración de Juntos por el Cambio fue el ministro de Seguridad porteño, Eugenio Burzaco, durante una entrevista en la que dijo que aumentó la cantidad de delitos cometidos por “mucha gente de Colombia y Chile”.

“Tengo una buena noticia para ustedes y los oyentes”, se alegró Burzaco. “Para junio o julio vamos a tener operativas las Táser en la Ciudad”, lanzó.

La alegría del sucesor de Marcelo D’Alessandro se justifica en que hace más de diez años, él fue uno de los mentores del uso de ese tipo de armas cuestionadas por organismos internacionales que desalientan su utilización.

En su entusiasmo, Burzaco recomendó que a esas pistolas “hay que tenerlas en lugares donde hay mucha concentración de personas y después en brigadas de acción rápida para situaciones donde haya alguien con un arma, con un cuchillo o con un brote psicótico”. Es decir, equiparando un arma con herramienta para un problema de salud mental.

La posibilidad de que esas pistolas eléctricas sean portadas por los agentes porteños la brindó a principios de marzo la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC ex Renar), el organismo del gobierno nacional que regula los permisos y utilización de armamentos.

El permiso desató un largo combate administrativo entre la Ciudad y Nación que data desde 2021 cuando Horacio Rodríguez Larreta compró 60 de esas pistolas y el Gobierno nacional les frenó la entrada al país.

Burzaco confirmó esta mañana que a esas 60 armas se sumarán otras 30 hacia finales de abril y que en mayo llegarán 60 más. Es decir que la Policía de la Ciudad contará con 150 pistolas eléctricas operativas para usar en casos de prevención o represión de delitos, presuntos delitos, movilizaciones y demás hechos en los que actúa a discreción. “Donde haya mucha concentración de personas”, subrayó Burzaco a Radio La Red.

Ciento cincuenta “es un número importante y eso implica la posibilidad de tener brigadas que puedan operar en todo el territorio, sobre todo en estaciones de subtes y trenes donde el uso de las Táser es fundamental”, se congratuló el ministro.

“Creo que con esa cantidad vamos a estar bien cubiertos”, añadió y aclaró que, ahora, “el tema es que hay que capacitar al personal”. “Esperemos que esto también cambie esta dificultad que muchas veces tiene el policía de usar armas de fuego ante una agresión que no es de arma de fuego, pero que termina con la vida del policía”, explicó y recordó que “muchas veces los atacan con un cuchillo o una faca, y el policía no sabe bien cómo reaccionar”.

Luego, el funcionario se lamentó de que en los últimos meses hubo un crecimiento de delitos en la Ciudad. “El aumento del delito se ve reflejado. Encontramos mucha gente de Colombia y Chile especializados en delitos violentos”, especificó.

Frente a esta situación, se desligó de las responsabilidades de la política de seguridad porteña y las deslindó en el Poder Judicial. “Frustran mucho algunas decisiones de jueces, como por ejemplo, la de no dejarnos utilizar las cámaras de reconocimiento facial desde hace un año”, se lamentó y pidió que haya “penas significativas” contra los autores de robos.