La Policía Bonaerense encontró ayer el cuerpo de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años que había sido vista por última vez el sábado pasado. El cadáver fue hallado enterrado en la Reserva Natural Municipal Santa Catalina, del partido bonaerense de Lomas de Zamora, la localidad en donde Anahí vivía con su familia. Si bien el cuerpo fue encontrado cerca del mediodía, recién pasadas la 20 la madre y el hermano de la joven confirmaron que el cadáver era de Anahí. El rastrillaje en el predio había comenzado el jueves cuando los investigadores ubicaron la zona de la reserva como el último lugar en el que se activó la antena del celular de la adolescente, el mismo día que desapareció. Según indicaron fuentes judiciales, la principal hipótesis de la investigación es que el autor del crimen conocía a la víctima. 

Lo último que se supo de Anahí el día de su desaparición fue que salió de su casa cerca de las 17.30, vestida con un jean, una campera marrón y zapatillas negras, y le dijo a sus familiares que iba a caminar hasta el Parque Municipal Eva Perón, ubicado en la misma localidad. Sin embargo, las fiscales especializadas en Violencia de Género de Lomas de Zamora, Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, investigan qué fue lo que ocurrió ése sábado, ya que aseguran que la adolescente nunca llegó al parque; el rastro se pierde antes. Al enterarse de la aparición del cuerpo, las fiscales ordenaron preservar la escena y no mover el cuerpo hasta tanto llegaran al lugar los peritos de Casos Especiales de la Policía Científica bonaerense y de la Morgue Judicial para realizar el relevamiento. La principal hipótesis de la investigación es que el autor del crimen conocía a la víctima, indicaron fuentes judiciales. 

Voceros de la bonaerense explicaron ayer que durante la búsqueda a los policías les llamó la atención un montículo de tierra suelta dentro de la reserva, a unos 200 metros de la estación Santa Catalina del Ferrocarril Roca. Cuando se aproximaron con los perros adiestrados encontraron finalmente el cuerpo, que estaba totalmente desnudo, con golpes en la cara y cortes en el cuero cabelludo. De acuerdo a las primeras observaciones, el pozo en el que estaba enterrado el cadáver había sido cavado con una pala o alguna herramienta, con el objetivo de ocultarlo. Más tarde, fuentes judiciales comunicaron que el primer informe forense apuntaba que la muerte de la joven habría ocurrido entre 24 y 48 horas antes de encontrado el cuerpo, pero que el enterramiento había sido realizado alrededor de 36 horas antes. De todas formas, al haber permanecido bajo tierra y a bajas temperaturas, el proceso de putrefacción podría haberse retrasado. 

A primera vista, el cuerpo no presentaba disparos, signos de estrangulamiento, ni indicios de que la joven hubiera sido violada. Tenía un corte en forma de  medialuna en la cara, producto de un corte con la pala usada para enterrarla, sostienen los investigadores. Aun antes de confirmar que se trataba de Anahí, varios rasgos del cuerpo coincidían con la descripción de la adolescente: el cadáver medía la misma altura que la joven, 1.70 metros; tenía una cicatriz en la muñeca igual que la de la chica y un aro como el que ella usaba. Finalmente, pasadas las 20, la madre y el hermano de la joven reconocieron su cuerpo en la morgue. Terminado el reconocimiento se inició la autopsia. 

Horas antes del hallazgo, integrantes de la DDI de Lomas de Zamora realizaron una inspección en la casa de la madre de Anahí, de donde se llevaron dos camperas, una tarjeta sube, anotaciones de la chica, una tarjeta con el número de IMEI del celular de la joven y un celular viejo. Los familiares de la adolescente hicieron la denuncia por su desaparición la noche del mismo sábado en la comisaría 9na de Parque Barón. Los policías de esa dependencia solicitaron de forma inmediata las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y ordenaron comenzar con el rastrillaje para intentar dar con el paradero de Anahí. En el marco de la investigación, reunieron también varios testigos que aseguraron haber visto a la joven subirse a un auto en la puerta de su casa el día de la desaparición. 

El caso no tardó en hacerse visible en los medios de comunicación y la búsqueda se amplió a las redes sociales; el martes se convocó a un tuitazo con el hashtag #ANAHITeSeguimosBuscando. Un día antes, amigos, compañeros y familiares de la adolescente impulsaron una marcha de antorchas desde la Escuela Normal Antonio Mentruyt (ENAM) de Banfield, a donde concurría la joven, hasta la Municipalidad de Lomas de Zamora, para reclamar por su aparición. Dos días más tarde, se llevó a cabo otra movilización en la que cientos de personas marcharon desde el Parque Municipal Eva Perón hasta una plazoleta en el cruce de las calles Molina Arrotea y Oliden.