Por H. V. 

En un acto de campaña junto con el presidente Maurizio Macrì, el contador Gerardo Morales se descargó en forma violenta contra la Corte Interamericana de Derechos Humanos. A la Pachamama le pidió fuerza para “sostener la paz lograda, para que haya Justicia en Jujuy, para que se termine la violencia; para que se termine el clientelismo”, que es el lenguaje cifrado con que se refiere a la detención arbitraria de Milagro Sala. Agregó que la CIDH “está desprestigiando el sistema interamericano. Los he visto acá y he hablado con ellos. Se han terminado convirtiendo en una facción de burócratas que vive en Washington y que no sabe cómo vivimos en Jujuy, y que no conocen nuestros desafíos. Hay ahí un desafío nacional ni internacional, habrá que rediscutir hacia dónde van estos organismos que se han convertido en una facción política de dispersa resolución que es más una proclama política que algo que tenga que ver con verdaderos derechos”.

Tan ofuscado como el tono fue el contenido de su arenga:

  • La resolución a favor de la libertad de Milagro no fue de la Corte sino de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dos órganos con miembros, sede y funciones distintas.
  • Ninguno de los siete miembros de la Comisión vive en Washington, donde sólo paran durante los dos periodos de sesiones ordinarias anuales. Este año, además, se realizaron sesiones extraordinarias en Panamá, Buenos Aires y Lima, y se desarrollaran otros dos periodos en Ciudad de México y Montevideo. 
    Para información del contador Morales, 
  • el presidente de la Comisión, Francisco Eguiguren reside en Perú, donde fue Ministro de Justicia; 
  • La vicepresidente 1ª Margarette May Macaulay vive en Jamaica; 
  • La vicepresidente 2ª Esmeralda Arosemena de Troitiño, quien acompañó en su visita a Jujuy al presidente Eguiguren, reside en Panamá;
  • Paulo Vannuchi en Brasil; 
  • James Cavallaro vive en California, donde da clases en la Universidad de Stanford; 
  • José de Jesús Orozco Henríquez tiene su hogar en Ciudad de México, en cuya Universidad Autónoma es profesor, y
  • Luis Ernesto Vargas Silva vive en Colombia.

En otra apoteosis de ignorancia prepotente, el jefe del bloque radical en la Legislatura, Alberto Bernis, le gritó al diputado tupaquero Juan Manuel Esquivel: “No compartimos para nada esta resolución de la Comisión que es un grupo de amigos que se reúne a tomar café y que responde al kirchnerismo”. Los miembros de la Comisión (entre los cuales no hay ningún argentino) son propuestos por los estados miembro de la OEA y elegidos por el voto de los mismos estados en la Asamblea General, luego de un dictamen no obligatorio de un grupo de expertos. Este año la Argentina fracasó en el intento de colocar allí al hombre de las cavernas de Mendoza Carlos Horacio de Casas, por sus opiniones en contra de la libertad de expresión, la diversidad de género, y dados sus antecedentes como defensor de un represor y dos banqueros como principal relación con los Derechos Humanos.

Esquivel no salía de su asombro: el mismo Bernis le dijo en privado: “Sabemos que esa detención tiene razones políticas. Esperemos que se solucione pronto. Es un capricho personal de Gerardo”.