Hace dos años, luego de un gran trabajo previo de articulación impulsado por la Agrupación EntreAfros, se instituyó la Ley N° 10.884, hecho de reparación que constituye un hito en la historia provincial. La ley establece el 21 de mayo como el “Día de los/as Afroentrerrianos/as y la Cultura Afrolitoraleña”, en homenaje a María Francisca Lencinas, la primera afroentrerriana registrada en documentos oficiales.

La titular de EntreAfros, Marina Crespo, nació en la Ciudad de Paraná, es Licenciada en Educación y trabaja con personas con discapacidad. Aunque ahora se define orgullosamente como afroentrerriana, conoció sus orígenes de grande a través de la narración oral de algunos de sus familiares. Así descubrió que su tatarabuelo era hijo de una esclavizada y del patrón de la estancia donde trabajaba. Este hijo fue criado por el patrón y su esposa, de la madre esclavizada no se sabe nada más. Recuperar su pasado familiar no fue sencillo ya que encontró cierta oposición: “Todo el mundo reconoce que se daban estas prácticas de abusos. Pero bueno, nadie se hace cargo”. En este primer paso de búsqueda personal, Marina se fue encontrando con otros afroentrerrianos y afroentrerrianas preocupados por las ausencias y omisiones en la historia provincial. Para el 2017 ya había explotado la semilla de una organización negra en Entre Ríos.

¿Cuándo y cómo surge Agrupación EntreAfros?

Surge a partir de mi necesidad personal de indagar, de aprender y de acercarme a otros, otras organizaciones, otros movimientos que hablaran de la cultura afroargentina. En 2016 empiezo yo este recorrido y en 2017 surge la Agrupación EntreAfros de una manera más formal, buscando también gente que estuviera en las mismas condiciones que yo, buscando, tratando de encontrar su identidad. Y bueno, comienzo a asistir a charlas, exposiciones y también conocer que no era el mío, el único caso. Que no era verdad que en Argentina los negros y las negras habían fallecido en la Guerra de Independencia o por la fiebre amarilla. Ahí empiezo a conocer también un poco la historia de Paraná en relación a su Barrio del Tambor, que era un barrio de afrodescendientes ubicado en el casco central de la ciudad y al que la iglesia de esta comunidad "cede" los terrenos para que vivan ahí los libertos y libertas. Y luego se los quita. Ahora es una zona residencial, así que cuando esa zona empezó a tener valor, la iglesia les quitó su terreno y aquellas personas comienzan a diseminarse en las afueras. El objetivo principal en ese momento, en este barrio, era evangelizarlos. Existe todavía una familia de afrodescendientes que viven ahí, pero hasta el momento pocas familias allí se reconocen afrodescendientes. O sea, no quieren hablar mucho del tema. Entonces bueno, me costó un poco.

Hay familias enteras que siguen trabajando en el campo como peones; si bien no hay esclavitud, y reciben una remuneración, todos siguen viviendo a las afueras del pueblo en condiciones que no son las óptimas, con las necesidades básicas insatisfechas muchas veces, y también muchas veces, sin acceso a nada. Eso se sigue dando, y de todo eso me entero cuando empiezo en el activismo. Ahí comienzan a aparecer afroentrerrianos y afroentrerrianas en otros departamentos también; en el departamento de Villaguay hay una comunidad muy importante de afrodescendientes, también había un barrio de negros ahí, está el Cementerio de los Manecos, etc.

¿Cómo surgió el proyecto del Día de los/as Afroentrerrianos/as?

El proyecto surge en el marco de un trabajo conjunto con funcionarios y funcionarias provinciales, afrodescendientes entrerrianos y la agrupación. Lo antecede la adhesión a la Ley Nacional del 8 de noviembre. También es un trabajo que evidencia la labor conjunta con organismos gubernamentales. Y entonces logramos que Entre Ríos inicialmente adhiriera a la ley del 8 de noviembre, y se instituyera el 8 de noviembre como el Día Nacional de los/as Afroargentinos/as en el calendario escolar de nuestra provincia. Si no había adhesión, no podía trabajarse en las instituciones y quedaba a criterio de cada docente si ese día se trabajaba o no.

Cuando logramos esto, comenzamos también a trabajar en forma conjunta con el Consejo de Educación de la provincia, surge la necesidad de establecer un día que hable de la afroentrerrianeidad, sino como que quedaba desdibujado. Parecía que era una cuestión que era más bien de Buenos Aires y no de nuestra provincia. Entonces se redacta en trabajo conjunto con la Secretaría de Cultura de Entre Ríos, con diputados y diputadas, senadores y senadores. Se redacta esta ley. El texto es redactado por la Agrupación EntreAfros, lo trabaja fundamentalmente la diputada Stefanía Cora. Con la particularidad de que, además, incorpora la perspectiva de género en su redacción, algo que la Ley del 8 de noviembre no tenía. También establece el tratamiento en lo que es la currícula provincial escolar de todos los niveles y modalidades.

Por otro lado, establece que el Estado entrerriano, en el organismo que se determine, tiene que abordar la temática y celebrarlo a nivel provincial. Lo cual para nosotros y para nosotras es fundamental, porque ya no queda librado a la buena voluntad de las autoridades. Tenemos un marco legal que nos ampara y nos permite exigir que este día no pase desapercibido.

Marina Crespo junto a la activista afroporteña Ivanna Madeo. Imagen: Nicolás Parodi

¿Por qué se conmemora el 21 de mayo?

El 21 de mayo se conmemora en honor a María Francisca Lencinas, que es la primera afroentrerriana registrada en los libros bautismales de la iglesia a fines del siglo XVIII, en 1775. Eso es gracias a un trabajo que se hizo con Alejandro Richard, un arqueólogo que viene trabajando sobre la cuestión afrodescendiente en Entre Ríos, y bueno, trabajando con él, buscando fechas significativas… Como Agrupación EntreAfros teníamos una premisa: que, a diferencia del 8 de noviembre, el día de los y las afroentrerrianos/as fuese un día de celebración, que pudiéramos celebrar. Por eso se elige su nacimiento y además por el hecho de que María Francisca Lencina era una mujer, pensándolo desde la perspectiva de género.

María Francisca Lencina nació aquí en Paraná. Fue inscripta en los libros bautismales el 26 de mayo, pero nació el 21. Entonces nosotros tomamos el nacimiento y no la inscripción. También para separar un poco la cuestión de la Iglesia, porque la Iglesia no es que fue benevolente con los afroentrerrianos y afroentrerrianas. Así que quisimos, justamente más allá de que los registros estaban en los libros parroquiales, separarla de la iglesia y elegir el día de su nacimiento.

¿Cuál es el punto de partida del trabajo de EntreAfros?

Bueno, inicialmente nosotros empezamos trabajando a través de la expresión cultural de matriz afrodescendiente que hay en la ciudad de Paraná, que es el candombe. El candombe del litoral es muy diferente al candombe uruguayo, y también es muy diferente a los distintos estilos del candombe argentino que hay y que hubo, todos surgidos a partir de las distintas expresiones de la misma comunidad afroargentina en su diversidad. La decisión se tomó teniendo en cuenta que Paraná es una ciudad donde el candombe se escucha mucho y había mucha curiosidad en relación al candombe del litoral. Había investigaciones de Pablo Suárez, un compañero que colabora con la Agrupación EntreAfros, entonces empezamos a través de talleres. Incorporándonos como agrupación, hacíamos la introducción o el cierre de esos talleres, contábamos un poco cuál era el origen y cómo se expresaban [nuestros ancestros], digamos, cómo podían sentirse más libres cuando podían tocar tambores, llevar a cabo su fiesta los días domingos acá en el barrio del Tambor. Los talleres generalmente se hacían en el barrio del Tambor. Ahí se empieza a hablar mucho más. Eso deriva en que actualmente trabajemos de forma conjunta con el Museo de la Ciudad, haciendo un recorrido por el barrio del Tambor, en donde se informa a la comunidad toda, qué pasaba, dónde vivían, qué actividades desarrollaban, de qué vivían cuando ya eran libertos y libertas, qué cultivaban. Se derriba el mito también en esa guía en relación al cementerio de negras y negros. Por mucho tiempo se creyó que, en el patio del Colegio Nacional, que formaba parte del barrio del Tambor, había restos de afrodescendientes. Eso no se ha podido comprobar, hubo excavaciones, pero no se encontró nada. Con todos estos proyectos también hemos colaborado, en trabajo conjunto con el Museo Serrano, que es el que está a cargo de la parte de antropología. Siempre estamos trabajando junto a ellos y junto a ellas, no solo en Paraná, sino también en Sajaroff, en Villaguay. Se ha trabajado mucho con museos.

Hablaste de candombe litoraleño. ¿Qué características particulares lo distinguen?

Si bien el candombe ha recorrido distintas épocas y lugares, la expresión que se adquirió acá tuvo características propias de la zona, como por ejemplo el hecho de que nuestros ancestros y ancestras, según los relatos que hay, tocaban en tambores cilíndricos, hechos justamente con los troncos de los árboles de acá, ahuecados y con el cuero clavado, que se tocaba con las manos. El toque es diferente y también se templan a fuego, pero esto es indispensable. La atención tiene que ver con colocarnos alrededor de un círculo, alrededor del fuego y eso generaba (y genera) lugares del tambor, sobre todo acá en Paraná. Se trata de un espacio de encuentro, charlas, diálogos, hasta que se empieza a tocar. Entonces después viene el baile, el canto.

Un trabajo que hacemos desde EntreAfros es destacar que cuando nosotros y nosotras hacemos ese candombe, lo que hacemos es recrear a partir de información que se tiene de esta expresión cultural de nuestros ancestros y ancestras. Destacando que, si bien hoy nosotros lo hacemos, quienes somos afroentrerrianos y afroentrerrianas no andamos por la calle con esas polleras ni con turbantes. Hoy lo hacemos honrando a esa ancestralidad, pero también hablando de un presente donde incorporamos también otras manifestaciones culturales que son propias de Entre Ríos, a este candombe del litoral.

¿Qué otras conquistas han logrado en estos años de vida desde EntreAfros?

Bueno, otro trabajo que es interesante y que se ha venido haciendo es con el Consejo de Educación de la provincia, porque eso nos permite acceder a trabajar la temática en universidades, con estudiantes de todos los niveles y de todas las modalidades. Por eso hemos trabajado en relación a la identidad afroentrerriana, incluyendo las otras raíces, la europea y la indígena, tanto con estudiantes de educación primaria y secundaria, como con jóvenes y adultos en las universidades.

A veces cuando nosotros llegamos con la temática alguno te dice de entrada -No, yo no soy afroentrerriana- y después al final, se queda con la intención de indagar. Esa es la idea fundamental, porque en general, la gente no sabe mucho de sus orígenes. Nuestro trabajo ha dado sus frutos, hasta tal punto de que este año la celebración principal se hizo en el Consejo de Educación, con lo cual después de dos años de tener la ley, vemos que es importante porque se han abierto las puertas para instaurar la temática junto a docentes y estudiantes. Creo que eso es fundamental. También el trabajo con la Subsecretaría de Derechos Humanos, que viene haciéndose hace bastantes años, tanto que incluso superamos gestiones en las que no se invertía mucho en esa subsecretaría, pero igual se trabajó y se sigue trabajando.

Desde EntreAfros pensamos la afroentrerrianía en diferentes departamentos de la provincia, no solamente en Paraná. En Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Villaguay, y dentro de este departamento, Villa Clara, Sajaroff, que son pueblos pequeños, pero con comunidades afroargentinas muy importantes, y Villa Domínguez, que este año se incorpora también a la labor y a la celebración. Este 21 de mayo estuvimos en el departamento de Villaguay.

Otra cuestión muy valiosa es la labor conjunta con legisladores tanto a nivel municipal como a nivel provincial. Esto se ha dado de manera continua y ha trascendido las gestiones de gobierno. Comenzamos con la presentación de un proyecto para que se le diera el nombre "Afroentrerrianos y afroentrerrianas" a una calle de la ciudad de Paraná que queda justamente en un barrio docente, lo cual no es menor. Ese trabajo se comienza con una concejala, y luego ella pasa a ser diputada, así que lo continuó el concejal Sergio Elizar en la ciudad de Paraná. En esta gestión, ya en el año 2022, se concreta la colocación de la cartelería de la calle. Para nosotros fue muy importante porque lo acordamos con el barrio, fue algo que fue acordado con los vecinos y con las vecinas. La Agrupación EntreAfros recorrió el barrio solicitando las firmas para poder garantizar que se pudiera concretar y fuera un acuerdo, estuvimos informando a los vecinos y conversando con toda la gente que estaba al tanto de la presencia de afroargentinos en la ciudad de Paraná y en Entre Ríos en general. Fue una instancia muy rica, tenemos compañeros y compañeras que están felices de que su calle tenga el reconocimiento de su origen. Otro proyecto importante del cual formamos parte fue la inauguración de la Sala de Antropología del Museo de Antropología y Ciencia Biológicas “Antonio Serrano”, que es un Museo Provincial, donde se incorporan las tres raíces identitarias de nuestra provincia, resaltando fundamentalmente la originaria y la afrodescendiente. No solamente del pasado, sino del presente, de la identidad entrerriana incorporando a los afroentrerrianos y afroentrerrianas. Ese fue un trabajo conjunto y es el puntapié inicial para seguir trabajando con otros museos que no tienen esta mirada, que aún no piensan en sus salas desde esta perspectiva, tan necesaria tanto para la comunidad afroentrerriana como para la comunidad entrerriana en general.

¿Tienen más iniciativas en el resto de la provincia?

Participamos en el reconocimiento de Irene jurado, hay una calle en Concepción del Uruguay donde cuenta quién fue y dice “Afroentrerriana”. Después, un compañero de la agrupación, Ricardo Moreira, está desarrollando toda una investigación sobre la presencia afrodescendiente en el departamento de Villaguay. Él es afroentrerriano, profesor de Historia y trabaja con el Centro de Estudios Históricos Gaucho Rivero. Con todo su equipo están llevando a cabo esta investigación.

Calle Irene Jurado en Concepción del Uruguay. Imagen: gentileza EntreAfros

Romina Duré es una investigadora afroentrerriana y su tesis gira en torno a la presencia afrodescendiente en su familia en Villa Domínguez, donde hay una comunidad afrodescendiente grande. En Concepción del Uruguay está Alejandra Cabrera, que es directora de la Escuela María Remedios del Valle; ella es afroentrerriana y trabajaba en conjunto con EntreAfros y la Dirección de Cultura de Concepción del Uruguay colaborando en la investigación de Ángel Harman que descubrió dónde descansaban los restos de Irene Jurado. O sea, es un trabajo en comunidad. Entendemos que es por ahí.