El establishment financiero advierte sobre la fragilidad de la Argentina ante shocks externos, derivada del alto endeudamiento en moneda dura, pero lo hace para presionar por un mayor ajuste fiscal. Según un informe del CreditSights, una firma de investigaciones de renta fija, la dependencia del país por las emisiones de deuda internacionales para financiar sus déficits la convierte en una de las naciones de mercado emergente más expuestas a la percepción de riesgo en el mercado de deuda. El gobierno tomó deuda en su mayoría para refinanciar plazos, gastos corrientes y fortalecimiento de reservas, pero terminó por financiar una mayor fuga de capitales. Desde que asumió Cambiemos, la fuga neta por ahorro ascendió a 19.600 millones de dólares, a lo que se suman otros 4200 millones por giro de utilidades, de acuerdo con un informe del CEPA que difundió ayer este diario.

La liberalización del mercado de capitales para el ingreso y salida de divisas y las altas tasas de interés internas incentivan el arribo de fondos especulativos de corto plazo que, en caso de una corrida, se irían rápidamente del país. A esto se suma una política de fuerte endeudamiento externo, que incrementa las obligaciones presupuestarias por pago de interés de la deuda, lo que pone un piso al déficit que el Ejecutivo busca compensar con más ajuste en el gasto público para mostrar una reducción del rojo presupuestario.

El reporte del CreditSights señala que el principal riesgo para los inversores es el déficit fiscal, que estima en 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Aclara que el rojo fiscal empeoró bajo la presidencia de Mauricio Macri. “El 72 por ciento de la deuda del sector público del país estaba denominado en moneda extranjera, según datos del año pasado, por lo que una mayor depreciación del peso incrementaría los pagos de intereses”, indicó la firma. Estos intereses crecientes son los que se contraponen con el supuesto objetivo oficial de reducir el déficit sin realizar un ajuste salvaje sobre el gasto.

El informe destaca además que al gobierno le queda “un margen limitado para combatir los déficits con alzas de impuestos debido a que los gravámenes ya son elevados”. De todos modos, reconoce que no es conveniente fijar una posición concluyente sobre la Argentina dada la coyuntura actual y antes de las elecciones legislativas de octubre. En el mercado esperan un resultado que favorezca al oficialismo para que pueda seguir implementando modificaciones y ajustes sobre los que el establishment presiona. Si bien CreditSights señaló que Argentina tiene potencial para que sus calificaciones de riesgo mejoren en los próximos 12 meses, la firma considera que hay opciones menos peligrosas en otros países emergentes. Por último, afirmó que un aumento en los precios de las materias primas podría ayudar a la Argentina a reducir una parte de su gasto.