Esta noche habrá festejo en más de uno los lugares elegidos por los candidatos para esperar lo que arroje el escrutinio. En otros, tal vez decepción, pero ciertamente nada concluyente. El resultado de las PASO de hoy permitirá recalcular estrategias, "filtrar" algunas listas y trazar un vector de cara a los comicios de octubre. También "ordenar" las listas en cada uno de los sectores que hayan tenido competencia. Desde ya que es mejor ganar, sumar la mayor cantidad de votos, pero en ningún caso esas situaciones deberían ser traspoladas a los comicios generales si se quiere evitar el riesgo de experimentar un fracaso o una desilusión en la primavera.

Para empezar, tomando las dos anteriores primarias, el porcentaje de votantes no superó el 65% en Santa Fe. Más aún, en las que se desarrollaron en 2013 (similares a las de hoy ya que no hay cargos ejecutivos en juego) apenas superaron el 60%. Sin embargo en la generales dos meses más tarde, la cifra de votantes superó el 80%, unos  300 mil votos de diferencia. Otro dato objetivo ‑más adelante se verán las cuestiones políticas‑ es que el "piso" que exige la Ley Electoral del 1,5% se mide de diferente manera ya sea para la elección nacional  como para la municipal. Mientras que para las candidaturas a diputado nacional se toma del total de los votos válidamente emitidos (se restan los impugnados, anulados y recurridos), para el cálculo de los aspirantes a concejales se toma la totalidad del padrón. Basados en los antecedentes de las dos últimas primarias, si se mantuviera ese nivel de participación, para estar en octubre una lista de diputados debería cosechar en toda la provincia entre 35 y 40 mil votos, dependiendo del número de sufragios válidos emitidos. En el caso de los concejales, la cifra es precisa (se toma sobre el padrón ya confirmado de Rosario de 800 mil votantes en números redondos), y eso representa unos 11 mil votos y algo más.

Hay más de 40 listas para concejales en Rosario y más de 50 para diputados. En octubre, tomando los antecedentes ya expuestos, no habrá ni una cuarta parte. En concejales la última vez se pasó de 40 en las PASO a sólo 6 en la general. La primera de las preguntas ‑entrando ya al análisis político‑ es a dónde van a ir los votos de las que no competirán, más allá de las que tributan a un espacio que tendrá en puestos con remotas chances a los competidores de la interna. Los que no lleguen al 1,5 sumados a los que no irán a votar el día de hoy pero si en octubre pasan los 150 mil votos. Número decisivo para determinar quien ganará la elección. Si a eso se le suma la "cifra repartidora"  del sistema D'Hont que se aplicará para repartir las 13 bancas en juego del Concejo, para aspirar a una poltrona, los que superen el 1,5 esta noche deberán multiplicar por dos o por tres sus votos en octubre para entrar en la discusión.

Un escenario parecido le tocará a los aspirantes al Congreso Nacional: si con 40 mil pasan a octubre, mínimamente deberán triplicar los votos para alcanzar una banca. Estas cifras y proyecciones son las que sustentan la provisoriedad del festejo, y a la vez consolarán a los que en este turno aparezcan relegados.

El caso más notorio fue la elección que transformó a Hermes Binner en el primer gobernador socialista de la historia. En las primarias la suma de votos del triunfante en su sector Rafael Bielsa sobre Agustín Rossi, dejaron al peronismo un par de puntos por encima del solitario Binner, quien dos meses más tarde revirtió ese resultado, en una mano a mano con Bielsa al que le sacó 200 mil votos de diferencia.

Se trata de un ejemplo contundente, que en términos de la relevancia de sus protagonistas no guarda proporción con los actores e hoy. No hay en la contienda de hoy ‑y tampoco lo habrá en octubre‑ ningún "peso pesado" en las boletas de diputados nacionales, encabezadas en casi todos los casos por "debutantes", lo cual para algunos es signo de renovación, para otros de carencia. Más allá de cuál sea la razón, tanto en esas listas, como en las de concejales ‑en las que sí hay figuras reconocidas en el circuito local‑ no emerge uno que se recorte claramente sobre los demás, siquiera que ostente un 25% de intención de voto. Y se sabe que con ese cuarto del electorado nadie gana una elección. Es por eso que la atomización del voto que se verá en el escrutinio de esta noche difícilmente se reedite el 22 de octubre. Para entonces, las "marcas" estarán definidas y se sabrá si Cambiemos pesa más o menos que el Frente Progresista, si el peronismo se revitaliza y vuelve a ser una opción de poder en la provincia y la ciudad, si las fuerzas que emergieron hace un par de años crecieron o fue un momento, y otras situaciones que esta noche apenas podrán insinuarse.

Todas las elecciones son importantes, pero salvo que ocurra algo no previsto ni por los analistas y mucho menos por los protagonistas, habrá que esperar hasta octubre para conocer a los vencedores y a los vencidos.