Siento mucha tristeza y mucha impotencia frente a los sucesos que acaban de ocurrir. Lo cierto es que en plena democracia hay un joven desaparecido. Y esto me parece mentira. Porque intervine como abogada en las causas de la dictadura y pensé que Nunca Más –en cuya redacción yo participé– iba a  suceder. Por eso lo que ahora pasa ocasiona que esté deprimida. Me parece que todo lo que hice –e hicimos quienes luchamos por los derechos humanos durante tantos años– hubiera sido sin sentido o no hubiera servido para nada. Sólo me sostiene ver lo que hacen los jóvenes abogados que toman en sus manos la defensa de los derechos humanos en esta etapa –como Eli Gómez Alcorta– y luchan por eso. Esto parece demostrar que quienes luchamos durante tanto tiempo sirvió para algo, que no todo está perdido. Y que el CELS, en el que trabajé junto a Emilio Mignone durante la dictadura y que ahora dignamente preside Horacio Verbitsky, esté encabezando la denuncia, significa que la lucha continúa. Tenemos que tener en claro que esto no puede suceder en un Estado Democrático de Derecho.

* Profesora consulta de Derecho Penal y Procesal Penal de la Facultad de Derecho de la UBA. Ex jueza de Tribunal Oral en lo Criminal Federal.