El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cumplirá con la promesa del ala dura del PRO en su campaña presidencial: la Policía de la Ciudad comenzará a utilizar pistolas táser a partir del 17 de julio. El anuncio lo realizó el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Eugenio Burzaco, este miércoles y precisó que 250 efectivos porteños portarán las armas eléctricas. Los organismos de derechos humanos denuncian que el uso desmedido de estas armas "no letales" puede causar la muerte.

"A partir del 17 de julio esta arma va a estar ya en uso en toda la Ciudad de Buenos Aires, especialmente estaciones de subte, terminales de ómnibus, colectivos y trenes", anunció Burzaco en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP). Fue durante una jornada de capacitación de los policías que tendrán a su cargo el manejo de estas pistolas.

Aunque Burzaco mencionó que serán 250 efectivos los que portarán las armas, tanto el jefe de gobierno porteño como el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, habían anunciado que el total de armas que compró la Ciudad fueron 60. De Miguel lo confirmó este martes cuando anunció la compra de otras 30 pistolas y un llamado a licitación para la adquisición de otras 500.

La promesa del gobierno porteño tardó más de tres años en cumplirse desde el primer anuncio hecho por el vicejefe de porteño, Diego Santilli, en 2020, tras la muerte del oficial Juan Pablo Roldán en un caso excepcional por el ataque de un paciente psiquiátrico.

La ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich fogoneó el uso de las táser y llegó a comprar una partida de 100 armas antes de finalizar la gestión de Mauricio Macri, quien fue el primero en impulsar este tipo de armas "no letales" en su paso por la Ciudad de Buenos Aires con Jorge "Fino" Palacios al frente de la Policía porteña.

Burzaco confirmó que "se va a trabajar en binomios", por lo cual se están "capacitando a 250 policías" y explicó que "un oficial disparará y el otro oficial tendrá la tarea de reducir al delincuente o a la persona que tuvo el brote psicótico", citando el excepcional caso de 2020. Según el ministro porteño las armas adquiridas graban toda la secuencia de uso -en imágenes y en audio-, por lo que pueden verificarse posteriormente las condiciones de tiro.

El proceso de capacitación se llevó a cabo en el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad, donde personal de la firma fabricante dispositivos entrenó a los instructores y luego se realizó un curso de tres semanas para capacitar a los 250 policías que saldrán a las calles. En ese tiempo, el jefe de gobierno porteño anunció en dos oportunidades la llegada de las táser a las calles porteñas como propaganda de campaña.

En el último acto con las táser como excusa, Larreta justificó la decisión al decir que “se están viviendo días de gran inseguridad” y que “la inseguridad cruzó todos los límites en muchos lugares del país”, a pesar de que sostiene que la Ciudad de Buenos Aires es la "ciudad más segura" de Latinoamérica.

Luego de aquel anuncio, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y organismos de derechos humanos reiteraron su crítica respecto del uso de "estas pistolas de descarga eléctrica que se promocionan como armas no letales pero en realidad son armas menos letales" y enfatizaron que su "uso desproporcionado" puede "ocasionar la muerte".

El camino de las táser hasta las calles porteñas

En marzo de 2019 el Gobierno porteño comenzó el proceso licitatorio para adquirir 60 pistolas Taser, destinadas a la Policía de la Ciudad pero la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), quien debe autorizar la compra, no aprobó la llegada de esas armas argumentando que su uso ante situaciones que involucran a personas bajo efectos de sustancias o víctimas de padecimientos mentales fue desaconsejado por el propio fabricante.

El 14 de febrero de este año el asesinato de la oficial de la Policía de la Ciudad Maribel Nélida Salazar a manos de un hombre que le quitó su arma reglamentaria y le disparó dos balazos en la estación Retiro de la línea C de Subte reavivó la discusión.

"El enfrentamiento podría haber sido controlado con una pistola Taser. Hace dos años compramos 60 unidades, pero el gobierno kirchnerista las bloqueó", tuiteó el entonces ministro de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro en cruce con la entonces presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien, chicaneando al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, sugirió: "En vez de pedir permiso, usalas, punto. No le podés pedir permiso a un Gobierno que te dice que no a propósito".

Las pistolas Taser, que provocan una descarga de 400 volts que inmoviliza durante cinco segundos a quien recibe el impacto, fueron definidas por el Comité contra la Tortura de la ONU como provocadoras de "un dolor intenso" y constituyen "una forma de tortura y en algunos casos puede causar la muerte".

Finalmente, a fines de febrero de este año el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, confirmó la compra de 100 pistolas Taser para que sean utilizadas por "grupos de élite" de las fuerzas de seguridad, previo entrenamiento, y sostuvo que "seguramente" el Gobierno porteño también podrá utilizarlas.

"Esto nos permite que los grupos de élite empiecen a entrenar. Todavía no sabemos cuando; no las tenemos todavía. Hay que terminar el proceso pero no estamos muy lejos", afirmó a la prensa.

A fines de marzo Larreta presentó la incorporación de las 60 pistolas que, luego de esperar varios meses la aprobación para ponerlas en funcionamiento, se lograron incluir al cuerpo de la Policía de la Ciudad y en esa ocasión dijo que "salvan vidas".