El campeón del fútbol argentino se vio sorprendido por un rival brasileño, que aplicó una táctica diferente a los adversarios que enfrenta River en el país. Inter se animó a presionar y atacar a un plantel que está acostumbrado a asediar a sus rivales, y por ese motivo le costó afirmarse en su propio estadio.
La Copa Libertadores ofrece esas situaciones que no se ven habitualmente en la Liga Argentina, en la cual los equipos no exhiben decisión para disputarle el dominio del juego al equipo de Núñez. El que también tuvo que ver con esa situación fue Eduardo Coudet, el técnico del club de Porto Alegre que conoce a la perfección el sistema que aplica River.
La salida desde el fondo del local no era cómoda, debido a que los delanteros seguían de cerca a los marcadores centrales, y la pelota no le llegaba con claridad a los volantes. Los avances de River se generaban cuando lograba lanzar la pelota por arriba, y superar la línea media de los brasileños.
Beltrán tuvo una gran ocasión en el primer tiempo, pero no pudo ante el uruguayo Rochet; y luego Valencia casi convierte de espalda al arco y la pelota se fue al lado del palo. La ausencia de Solari entre los titulares, para dejarle el lugar a Fernández, se notó en la generación de juego ofensivo de River, por el buen presente que atraviesa el delantero.
El gol llegó en el descuento de la primera parte, cuando Valencia conectó de cabeza un envío de Patrick de tiro libre, y ubicó la pelota en el palo más lejano de Armani.
La desventaja provocó que River se lanzara hacia adelante en la segunda mitad, y comenzó a convertir en la gran figura a Rochet. El arquero evitó el empate dos veces ante Barco y otra frente a De La Cruz, con acciones espectaculares.
El ingreso de Solari llegó luego de los 15 minutos, y en la primera intervención que tuvo terminó marcando el gol del empate. El jugador apareció por la derecha a pura velocidad, y remató cruzado para vencer al arquero.
La gran noche de Solari no terminaría allí, ya que el ingresado fue letal en otra corrida por el centro, después de una habilitación de Beltrán, y convirtió el segundo con un toque suave ante la salida del arquero.
El triunfo se terminó justificando por lo que hizo River en la parte final, donde volcó el juego hacia el campo de los brasileños. Con este panorama, la revancha del martes próximo la espera con mejor expectativa.